Capítulo 7: llama a emergencias si tienes una urgencia.

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AUBREY

Los días pasaron y yo no puedo dejar de pensar en Dominic haciéndomelo como Dios manda.

Tuve sexo con Erick hace dos días y no fue ni la mitad de bueno de lo que sentí con Dominic. Y odié eso.

Yo nunca juzgué el tamaño, pero ¡Joder! Con dos encuentros sexuales con Dominic ha hecho que mis expectativas se eleven y ahora siento que Erick no me llena, y si, hablo en ese sentido.

Entendía porque Alisa lucía cómo una tonta enamorada cuando hablaba de su novio. Estábamos almorzando y ella no paraba de hablar de él y de lo increíble que era. Yo no le prestaba mucha atención, tenía en la cabeza el asunto de la demanda, se supone que en estos días llegaría una carta o correo con la fecha del juicio.

—Creo que esto va muy en serio, Brey — toma mi mano y me sonríe emocionada —. Ayer me enteré que vendió el departamento que tenía para sus putas. Te conté que él fue un mujeriego en el pasado, pero cuando me conoció a mi dejó de serlo, me ha contado que el departamento al que me llevó cuando estábamos ebrios, lo usaba con sus putas. Pero ayer — suspira — vi un papel en su auto que confirmaba el desalojo del departamento, ¡Lo vendió!

¿Vendió el chiquero donde vivía? Por fin. Eso era un asco, y para colmo peligroso, en cualquier momento se le caería el piso de arriba en la cabeza.

Me da una punzada de culpabilidad que ella crea eso, cuando me ha pedido sexo fijo. Y también confusión, si él de verdad quiere tener algo serio con ella, ¿por qué diablos pide sexo con otra? Que poco hombre.

— Me alegro por ti, Alis.

— Es tan lindo — suspira —, le dije que quería conocer a su familia. Me dijo que lo pensaría, eso ya es algo. Él no es muy familiero, pero creo que lo intentará por mi.

Hablamos el resto del tiempo que nos quedó de almuerzo y luego volvimos a nuestras oficinas. Me dejé caer en mi sillón y apenas pude respirar con calma cuando Cole toca la puerta y asoma su cabeza.

— ¿Te dejé pasar?— le reprocho, niega con la cabeza y la baja avergonzado, comienza a ponerse colorado. Rodeo los ojos riendo, me mira y me sonríe al ver que bromeo — ¿Qué quieres?

Ingresa y me entrega unas carpetas.

— El señor Macfloy aceptó la propuesta finalmente y hay dos nuevos clientes que la requieren a usted.

— ¿Les dijiste que no estoy operando?

— Les dije que tendría que hablarlo antes.

— Bien — reviso las dos propuestas, son fáciles, una casa y un puente peatonal en el parque, el antiguo se cayó, sabía que en algún momento vendrían por mis servicios. Sonrío victoriosa —. Llama a Nakoa y dile que venga. ¿Hay noticias de Sherman?

Elías no se ha comunicado conmigo en varios días, lo que quiere decir que no hay asuntos nuevos sobre el caso.

— No, le avisaré si llama.

— Gracias.

Se va y a los pocos minutos Nakoa ingresa a mí oficina cerrando la puerta detrás de sí. Nakoa Hang es mi compañero de trabajo desde la universidad, por casualidades de la vida terminamos trabajando en la misma empresa. Es simpático, aunque a Jacob no le cae bien, es coreano y Jab dice que hay que tenerle desconfianza a los asiáticos porque tiene la teoría de que dominarán el mundo en un futuro.

— Buenos días, Channing, ¿me mandaste a llamar?

— Si, toma asiento — se deja caer frente a mí escritorio, le extiendo la carpeta de la casa —. Ya sabes que no estoy ejerciendo en su totalidad, me ofrecieron un proyecto importante pero yo no puedo presentarme, quería saber si quieres ser mi socio en esto. Yo haría los planos y gráficos y tú darías la cara.

INSUPERABLES [•1]Where stories live. Discover now