Capítulo Segundo. (Parte uno)

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¡Hola! *le pegan, la maltratan y le dicen uke por no actualizar* ah

Nos leemos al final ~ :)

Gracias por esperar.

..xxxxx...

Era 4 de Julio, y Michael estaba nervioso. Demasiado.

¿Acaso era normal tener como tutor a su ex-crush, quien a su vez era uno de los buenos -malditos- amigos de su hermano? No. Lo peor de todo, se rumoreaba que consumía drogas. Él no quería meterse en eso. En prácticamente nada que tenga que ver con su hermano, porque las cosas siempre, pero siempre, salían mal si se trataba de Gerard y sus amiguitos.

Dejó de pensar en Bob y su horrible destino y bajó las escaleras para prepararse un gran desayuno -un simple sándwich, en realidad- y poder seguir despierto, al menos en clase de Biología, si es que no quería seguir reprobando y bajando sus notas, porque, realmente, eran un asco. Puros cincos y tres. Digno de un Way.

Estaba por la mitad de su pequeño sándwich de queso cuando se escucharon unos pesados pasos provenir de las escaleras, acompañados de unos jadeos cansados, como si fuera mucho esfuerzo bajar los escalones.

Donald Way, definitivamente.

Mikey no pudo salir antes de que su padrastro llegara, por lo que tuvo que quedarse quieto y relajado tratando de calmarse , si no quería que algo pasara.

El más anciano llegó hasta donde estaba el castaño, y lo vio por un largo rato, con esa mirada llena de algo que no sabía descifrar bien, pero lo asustaba e intimidaba demasiado como para averiguarlo.

- ¿No deberías estar en la escuela, muchacho? - preguntó con voz agria Donald, sentándose al lado del joven e invadiendo su espacio personal, tanto, que incluso podía oler el asqueroso aliento mañanero que emanaba el más viejo al hablar.

- Falta todavía una hora para entrar, Donald. - murmuró el de lentes como si fuera obvio, rodando los ojos. - No llegaré tarde, yo si me tomo la escuela en serio. Por cierto, ¿No deberías estar en el trabajo? ¿O también llegarás tarde, como todos los días? - preguntó con una sonrisa socarrona mientras terminaba el sándwich.

El hombre frunció el ceño y apretó los labios, aparentemente molesto.

Mierda. Pensó Mikey mordiéndose los labios. La cagué.

Trató de levantarse de su silla disimuladamente, pero el mayor fue mucho mas rápido. Le agarró el brazo y tiró de el, lastimándolo y acorralándolo contra la mesa, apoyando todo su peso sobre él, dejándolo prácticamente inmovilizado.

Michael jadeó por la sorpresiva falta de aire e intentó soltarse, pero al parecer era demasiado fuerte -y pesado- en comparación a él, quien sólo era un adolescente huesudo.

Al ver que ya habia dejado de forcejear y se habia rendido, Donald se acercó al oído del más bajo, susurrándole con una gruesa y horrible voz:

- Lo que haga en mi trabajo no te interesa, mocoso, métete en tus asuntos. - aplicó más fuerza a la vez que pronunciaba cada palabra. -Creeme pequeña puta, no quieres que me fije en ti, o te irá mal. - escupió las palabras con agresividad, soltando repentinamente al chico.

Mikey volvió a jadear. Se apoyó en la redonda mesa de plástico, tratando de recuperar el aire que había perdido en ese abuso.

Reuniendo el poco valor que le quedaba, y aún un poco adolorido, le respondió.

- Oh, lo siento. No sabía que te importara tanto tu trabajo. Y dime, ¿Es por los pechos de aquella secretaria, o porque no quieres ver a mamá?- volvió a sonreír, con orgullo, sintiendo como ganaba la pelea verbal.

Donald enfureció. Incluso podía notarsele una vena saliendo en su arrugada sien.

Oh.

Esto síquenolegustó.

El mayor actuó con tanta rapidez que ni siquiera lo vio venir.

Un golpe en la mandíbula. Dolorosamente acertado.

La horrible sensación le sacudió el cuerpo, provocando que cayera en el piso, sentado. El más viejo escupió al lado de Mikey y se retiró con la mismos pasos pesados con los que había llegado, murmurando algunas cosas, probablemente insultos.

Luego de varios minutos, el chico de lentes se levantó lentamente, y con la cabeza gacha agarró su bolso y salió de la casa pegando un portazo, sin importarle como se veía su golpe.

***

- Preguntaría qué diablos pasó, pero no parece ser bueno.- dijo Pete apenas vio la cara del castaño entrar por la puerta del salón.

Lo miró a los ojos por un pequeño momento y le mostró el dedo medio. Su cara no estaba tan mal, sólo un minúsculo -gran- moretón que pasaba por su mentón y terminaba en su mejilla, realmente feo y notorio, si no se lo ocultaba con su cabello.

- Si vas a molestar, mejor no me hables, Peter. Podría romperte la cara si quisiera.- masculló enojado.

-Hey hey, tranquilizate Mikes, simplemente me preocupas. - alzando los hombros, respondió.- Después de todo, se supone que eres mi mejor amigo.

Se sintió mal tratándolo así, por lo que sonrió levemente y abrazó al enano, susurrándole algunos "Lo siento" "Puedes llamarme estúpido" "Tequiero"

Pete también sonrió y le devolvió el abrazo, feliz. - Pero deberás contarme. Ahora vamos con Brendon, seguramente tendrá algún maquillaje para taparte eso. Recuerda que hoy tienes clase de tutoría con Mr. Bryar- terminó de decir levantando las cejas sugestivamente.

Mikey cortó el abrazo abruptamente, y se abofeteó mentalmente, lo había olvidado.

Definitivamente, hoy no era el día de suerte para el menor de los Way.

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Ugh, perdón por no actualizar, y por el feo capitulo que traje >-


Y...

¡¡¡¡Muchas Gracias por las +120 lecturas y los comentarios!!!!

Realmente lo aprecio y me alegra mucho que alguien lea este intento de fanfic soso ^^

Otra vez, gracias por leer y aguantar, y gracias a mis dos amigas y a la mujerzuela de Flor, por presionarme y seguir hartandolas (?)

Nada, eso. Nos vemos ^^

P.d: no me gusta hacer a Donald malo, pero era(es) necesario.

-S.



xoxo

Fourth Of July | BobkeyWhere stories live. Discover now