Capitulo VIII: Si Lo Perdiera Todo

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—. ¿D-donde... donde está mi familia?

El señor se lleva el sombrero al pecho y con pesar me señala a mi derecha.

—. Su familia... esta ahí.

Giro mi rostro muy lentamente, los gritos me pitaban los oídos, el fuego cegaba mi vista y el aire comenzó a marearme.

Tardo unos minutos asimilar la situación, pero cuando lo hago el mareo se hizo más fuerte y caí de rodillas.

El espectáculo de aquel lugar, el causante de todo este alboroto era mi casa... la casa de los Lacroze... estaba completamente en llamas.

{...}

Todo lo que antes escuchaba, los gritos, la gente corriendo, los suspiros de asombro, se desvanecieron apenas siento mis rodillas desnudas estrellarse contra la tierra.

No me quedo más que abrir mi boca, llevar mis manos para cubrirla y expulsar por mis ojos lagrimas rebeldes.

Siento algo en mi pecho, algo que me llama hacia el fuego, me pongo de pie y corro hacia él.

—. ¡AGARREN A LA SEÑORITA! —Escucho que gritan.

Me detienen unas manos, pero con una fuerza anti natural me las quitó de encima y sigo corriendo.

Estaba todo completamente en llamas, ni toda el agua que se le estaba aplicando podía detener el fuego.

Voy por una de las cubetas de agua de las personas que ayudaban.

—. ¡Señorita vuelva con los demás, usted no puede estar aquí!

El humo era bastante, así que rompo mi vestido y corto un pedazo de tela que me lo pongo tapando mi boca y nariz.

De una patada golpeo la puerta que estaba siendo consumida, esta se abre y una explosión de fuego se produce, yo solo me tapo con mis manos.

Corro por pasillos, abriendome paso con el agua de la cubeta.

No se veía nada, tanto el humo como el fuego dificultaban la visión.

Comienzo a caminar por el que se suponía que era el pasillo hasta que finalmente veo una puerta.

Pateo nuevamente, pero como era de madera y estaba ardiendo, mis mayas comienzan a prenderse.

Me lanzo agua en mi pierna rápidamente, suspiro al ver que se apaga de inmediato.

Ahora si entro por la entrada que me hice, miro al rededor, estaba en la sala de estar.

No había nadie, suspiro aliviada de inmediato, ya que mi familia a esta hora siempre se encontraba aquí.

Pero mi calma dura hasta que veo dos cuerpos en el piso, y al identificarlos mis lágrimas salen solas.

Corro hacia el lugar, volteo los cuerpos y me encuentro con mis padres.

—. Mamá... Papá.... —Digo al comprobar su pulso y ver que ya no había. —. ¡NO, NO PUEDEN MORIR AQUI! ¡NO ASÍ!

Comienzo a agitarlos, a presionar su pecho, a golpearlos, pero nada.

—. Porfavor... no pueden morir aquí... Aún debemos ver la boda de July ¿Recuerdan? Su hija se va a casar, y también Marco... él pronto encontrará a alguien... vamos... no mueran...

Miro sus piernas y llevo mi mano a mi boca al ver que la mitad de su cuerpo estaba quemado, tomo la cubeta con agua, pero ya no había.

—. Maldita sea, la gasté cuando se comenzaron a quemar mis piernas.

JUDAS (William James Moriarty x Tu) Where stories live. Discover now