Las bóvedas malditas: El misterio del hielo

Comienza la investigación

Harlow sabía que para hacer que Barnaby hablara tendría que crear un ambiente amistoso para que entre en confianza, por lo que convenció a Kettleburn de que al día siguiente los dejara ayudarlo a preparar salón de cuidado de las creaturas mágicas para las clases del lunes, y le envió a Barnaby una carta invitándolo.

-Bienvenidos- dice Kettleburn recibiéndolos con emoción -Les agradezco que se ofrecieran a ayudarme a preparar todo para mañana, la lección será sobre los cangrejos de fuego... por desgracia no les puedo permitir acercarse a ellos por su propia seguridad, pero mientras me ayudan a organizar todo y limpiar pueden observar como me encargo de ellos, y también les puedo decir todo lo que deben saber sobre estas magníficas creaturas-

Aunque no trabajarán directamente con los cangrejos de fuego, Barnaby parece emocionado, la primera tarea que Kettleburn les asigna es limpiar el suelo, a Pomfrey le suele venir bien el estiércol, así que deben separarlo del resto de los desechos que se encuentran y ponerlo en costales.

-Pareciera que ya estás acostumbrado a esto- le dice Barnaby a Harlow

-Crecí con la familia que tengo en Estados Unidos, se dedican a cuidar creaturas mágicas, así que aprendí de ellos- responde Harlow

-¿Has trabajado con creaturas peligrosas?-

-No directamente, normalmente me encargo de algunas inofensivas como Jackalopes, Knarls, Gnomos, a veces uno que otro Dugbog y Hogdag-

-Me agradan los Knarl, aunque prefiero a los Bowtruckle-

-También he visto como cuidan a un ave del trueno-

La conversación entre ellos es interrumpida al ver al ver a Kettleburn llegar con 3 cangrejos -¡Contemplenlos!- grita Kettleburn -Su caparazón cubierto de piedras preciosas es casi tan fascinante como su habilidad para crear fuego, ahora escuchen con atención- Tomó al menos 30 minutos una plática y una demostración de como dirigirse a estas creaturas y alimentarlas, tanto Harlow como Barnaby pusieron total atención para no perderse ni un solo detalle.

-¿Crees que alguna creatura peligrosa cuide alguna de las Bóvedas Malditas?- pregunta Harlow, al escuchar eso Barnaby voltea a verlo sorprendido

-No sabía que también las buscabas- responde Barnaby

-No exactamente, he escuchado algunos rumores sobre ellas, pero no estoy seguro que creer-

-Mérula cree que hay cuatro, y que están llenas de tesoros-

-¿Así que por eso la ayudas?-

-Mérula prometió ayudarme a volverme más poderoso con ayuda de lo que encontremos adentro-

-Esa es la cosa, no estoy seguro que sea tan simple- dice Harlow, haciendo que Barnaby ponga una cara de confusión -Seré sincero, escuché que Snape y Filch hablaron sobre un hielo misterioso en el castillo, provocado por una bóveda maldita. Pero ese no es el problema, Snape parecía preocupado, pero Pince, que no sabe nada de lo que está pasando, se puso peor con la sola mención. Creo que solo traerán problemas. Por eso te preguntaré que sabes de ellas-

Barnaby se queda pensando por un momento, tratando de recordar algún detalle útil -Lo siento, pero no se nada que pueda ayudar, Mérula solo me dice lo estrictamente necesario-

-¿Y aun así confías en ella?-

-Digamos que nuestras familias se conocían, por eso confío en su palabra de ayudar-

-No planeo interponerme en su plan, pero si las Bóvedas no resultan ser lo que creen debemos hacer algo al respecto-

-... está bien, si Mérula me dice algo que pueda resultar útil te lo haré saber. Y no te preocupes, no le diré a Mérula lo del hielo-