♥Capitulo 38

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Él estaba ahí, observando la misma fotografía que George había visto antes. Volteó la mirada y quedé estática, él tenía una sonrisa llena de deseo y picardía.

Intenté encender la luz para más claridad pero por el temblor que yacía en mi cuerpo, se me fue imposible.
-Buenas noches hermosa -Habló-. ¿No me saludarás? -Cuestionó minutos luego al ver que no respondía.
-Déjame.. en paz.. -Musité en un hilo de voz. En éstas circunstancias emitir algo es muy difícil.
-¿Qué?, ¿Cómo quieres eso hermosa si aún no eres mía? -Se acercó con el ceño fruncido a mí.
Mis piernas eran débiles. Sentía que caería en cualquier momento; pero si lo hacía, él aprovecharía la situación.
-Vete Andy. No quiero nada contigo ahora. Lo nuestro ya es historia. -Articulé con un tono de voz duro. ¿De dónde saqué las fuerzas para decir aquello?.
-Y la reconstruiremos -Se acercó aún más-. ¿No te gustaría?, ¿Recuerdas los lindos tiempos en que ambos nos amábamos?.
-No. Olvidé todo lo relacionado contigo.

Cada vez los escasos centímetros entre nosotros iban desapareciendo con más rapidez. Él me aterrorizaba, no sabía de lo que era capaz de hacer, pero seguramente haría todo.

Estaba sin protección en estos momentos. Yo era débil en comparación a un hombre como Andy. Él era el capitán del equipo de lucha, por lo tanto, tenía más fuerza que nadie en éste horrible momento.

Miles de pensamientos horribles se adueñaron de mi mente. Él podría violarme, asesinarme, raptarme o quizás qué; ya que Niall no estaba a mi lado en éstos momentos.

La necesitaba. Quería que estuviera a mi lado, abrazándome, protegiéndome de todos éstos problemas. 
-¿No recuerdas aquella noche en la fiesta de Breeze? -Interrumpió mis pensamientos.
-No -Mentí.
-Bueno, allí fue donde pedí que fueras mi novia. Recuerdo que tu aceptaste y tus ojos brillaban. Típica niñita enamorada.
-¡Vete de una maldita vez Andy! -Le grité.

Me fulminó con la mirada y rápidamente corrió a mí, tomando mis muñecas con sus fuertes manos. 
-Me lastimas -Susurré débil. 
Lágrimas bajaron lentamente por mis rosadas mejillas. Cada vez el temor aumentaba y mis fuerzas se hacían más nulas.
-Eso no importa ahora -Sonrió pícaro entre la oscuridad-. Serás mía en éste instante -Chaz dijo acariciando mi cabeza. Me sentí sucia.
-Déjame en paz.. -Sollocé.

Comenzó a tocar entre mis temblorosos muslos.

No podía hacer nada más que usar mi boca, y la haría útil ahora.

Grité.

-¡Silencio! -Gritó él, furioso.
-Vete -Murmuré.

Cerré mis ojos con fuerza, dejé mis oídos sordos. Segundos luego, sentí como Andy quitaba sus manos de mis muñecas y muslos, y unos delicados brazos me abrazaban.

Podía reconocer su aroma.

Perrie.

-Tranquila. Ya estoy aquí Jade -Susurró a mi oído con delicadeza mientras se alejaba unos centímetros para observarme directamente a los ojos.
Los de ella brillaban como siempre, pero los míos debían estar opacos, rojos y cristalizados.
-¡¿Qué haces?! -Gritó Andy a un metro de distancia, estaba sobre el suelo pero inmediatamente se colocó en pie.
-No la toques -Perrie dijo con un poco de temor.
-¿Y quién te crees tú que eres para ordenarme niña? -Rió irónico-. Hija de perra.
Andy, al decir aquellas últimas palabras le dió una fuerte cachetada a Perrie, ocasionandole que sangrara.

Observé horrorizada la película que tenía frente a mis ojos. El labio de Perrie comenzaba a sangrar, pero bastó solo unos segundos para que ella se defendiera, agarro lo que tenia alado, una tabla de madera.

Finalmente, Andy quitó una afilada navaja de sus vaqueros y señaló a Perrie con ésta.
-¡Basta! -Grité entre lágrimas.
El psicópata de Andy concentró su mirada en mi, y Edwards, al notar lo que su oponente hacía, le pego con todas sus fuerzas en la cabeza de Andy dejandolo aturdido, aprovechando de la situación.
-Fuera de la habitación Jade. Yo terminaré ésto -Musitó Perrie mirándome a los ojos y sacando una pistola de sus pantalones. Se veía sincera, como la primera vez que observé a ese laberinto azul.

Dos meses atrás.

Flashback.

Dí la media vuelta y me estrellé contra un cuerpo femenino y calido. Estuve a punto de caer y cerré los ojos, en cuanto sentí una mano en mi cintura.

Abrí lentamente los ojos & me encontré con los de ella. Tenían un brillo único y de un hermoso e intenso color azul. 
Nunca antes había notado sus ojos.. Perrie tenía sus globos oculares que te dejaban hipnotizada y atrapada dentro de ellos, como un laberinto celeste.

-Ahm.. -Logré articular, volteando la mirada.

Todos nos observaban atentas.

-Eh, disculpa -Me soltó y recuperé el equilibrio-
-G..Gracias Edwards -Me ruboricé para luego dar la media vuelta.

Fin flashback.

-No puedo Perrie. No te dejaré sola en éstas situaciones, yo soy fuerte.. -Murmuré.
-No en éstas circunstancias Jade, no tienes con que defenderte -Se levantó con dificultad-. Ve abajo y marca a las chicas; ellas te cuidarán.
-No, no te dejaré aquí sola -Sollocé-. Estaré contigo en ésto.
-Estaré bien, lo prometo -Acarició mi mejilla con una de sus cálidas manos-. Todo esto pasará y viviremos una vida normal pero divertida, como solo nosotras sabemos vivirla. -Se acercó un poco más-. ¿Recuerdas en el parque cuando estuvimos las cinco?; luego de que me informaste sobre toda esta mierda, prometí que estaríamos siempre juntas. Incluso dije que seríamos como aquella feliz pareja de ancianos que caminaban por allí -Sonreí.
-Por favor, prométeme con el corazón que estarás bien. Temo de lo que Andy pueda hacer. Él es peligroso.
-Prometo por lo que más quiero, que estaré bien. Te amo.
Susurró dulcemente y unió nuestros labios como la primera vez, con delicadeza y amor; pero éste era aún más especial que los otros, más duradero y tierno.
-Y yo, Perriele -Musité al alejarnos. 
Sonreímos y contra mi voluntad, salí de la habitación.

Observé al reloj de la sala de estar, el cual marcaba las dos de la madrugada; y hace exactamente dos minutos, Perrie había hecho una de las promesas más honestas conmigo.

Se oían fuertes sonidos desde arriba y cada vez el temblor en mi cuerpo se hacía más intenso.

Pero el derribo de mi puerta interrumpió mis pensamientos.
-¡¿Pero qué demonios ocurre?! -Gritó Jesy con el cabello alborotado; a su lado venían Brooke y Nora.
-Andy.. -Dije en un hilo de voz, lanzándome a los brazos de George-. Andy y Perrie.. arriba..
-Tranquila -Murmuró Jesy a mi oído-. Iré a ver que ocurre.
-¡No! -Negué rotundamente.
-Puede suceder algo desagradable. Ayudaré a Perrie.
-No, Jesy, por favor no.. 
Sentía como las lágrimas saladas caían con rapidez por mis mejillas, mis manos temblaban -Al igual que todo mi cuerpo-, y mi cabello se enredaba más cada vez que deslizaba mis dedos entre éste.

jesy me dejó a un lado y me dedicó una linda sonrisa, para luego, correr escaleras arriba.

Mis piernas cayeron sobre el suelo sin más y con ambas manos, cubrí mi rostro. No quería que nada sucediera.

Y presentía que nada bueno saldría de ésto.

-No sucederá nada -Aseguró Nora acariciando mi cabello.
-Tengo el presentimiento de que sí lo ocurrirá.
-¡No seas estúpida Jade! -Gritó Brooke; quité las manos y le observé a los ojos.
Sus globos oculares grisáceos tenían una gran cantidad de lágrimas.
-¡¿Por qué rayos siempre ves lo negativo de las cosas?! -Continuó-. ¡Alto!.. por favor.. -Susurró ésto último, muy débil.

Le miré incrédula. Nunca antes había visto llorar a Brooke y jamás me había gritado con tanta furia melancólica.
-Debo subir. No importa mi maldita vida, solo quiero que los chicos estén bien -Musité decidida.
Avancé con rapidez para poder servir de ayuda a George y Perrie, pero los brazos de Nora me detuvieron.
-Piensa antes de actuar -Dijo sin más.
-¡¿Y qué crees que hago?! -Le grité-. ¡¿Qué no oyes todos aquellos fuertes sonidos y gritos de ellos mismos?!. Por favor, Nora; ¡Tú piensa antes de actuar!, ¡Déjame ir!.
-No lo haré. Eres muy débil ante todo ésto.

Y fue ahí cuando un cuerpo repleto de sangre rodó por las escaleras, quedando frente a mis pies.
-¡Jesy!.
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"No Me Asustas, Edwards" adaptaciónWhere stories live. Discover now