— El amor~... ¿Harán cachorros?

— Ah, ¿por qué haces preguntas tan fuera de lugar?

— Es un don~ — Canturreó con burla, mirando como Bright reía con suavidad, podía notarse en su rostro lo feliz y emocionado que se encontraba su amigo, incluso Off empezó a creer que en realidad sí, Win era el correcto para su mejor amigo.

— Bueno, iré ahora a recoger a mi cachorro, lo llevaré al centro comercial. — Sonrió. — Nos vemos, te dejo a cargo de la empresa.

— Anda, de todos modos ya me acostumbré a estar sólito y triste en este lugar. — Dijo Off en tonos bajos, claramente haciendo una escena muy buena y dramática, fingiendo tristeza.

— No te hagas la víctima, tú pasas la mayor parte de mi día conmigo. — Se defendió entre risas, guardando sus cosas y poniéndose el saco, miró a su amigo y se despidió con un movimiento de mano. — Nos vemos mañana, me acompañarás a comprar todo lo necesario para la cena y algunos regalos para Winnie.

— Ah, está bien, pero espero que quede en tu consciencia que tendré que cancelar una cita con un hermoso Omega.

— Si, como sea. — Ambos rieron una vez más, Bright salió de la oficina con una sonrisa en su rostro, estaba ansioso, quería que todo saliera perfecto y así lo sería, él confiaba en sí mismo.

Al llegar al estacionamiento subió a su querido auto y empezó a conducir hacia su destino, llegó rápido, aprendió a tomar algunos atajos donde las calles tenían menos tráfico y todo era más tranquilo a diferencia de las calles principales, así que ya no tenía que estar en apuros.

Vio como su pequeño corría a la puerta y la abría, de inmediato pudo respirar el delicioso aroma de frutos tropicales y vainilla que desprendía Win, tenía olor a emoción, le encantaba, saludó con un dulce y suave beso en los gruesitos labios al castaño, quién correspondió de inmediato.

— ¿Cómo te fue? — Murmuró Bright sobre los labios contrarios, uniendo ambas frentes para poder tener de cerca el rostro de su querido.

— Me fue genial, la clientela cada día es más P'Baii. — Habló con emoción, le encantaba su trabajo, aunque a veces llegaba a cansarse ya que en horas puntas había clientela masiva, y tenía que apurarse en preparar los postres extras y atender, pero al final siempre terminaba siendo una buena jornada.

Win estaba feliz, había ahorrado lo suficiente para comprar un televisor lo suficientemente bueno para su sala y también para unos zapatos nuevos, él estaba feliz con su poquita ropa y con sus cuatro pares de zapatos, pero no quería ser conformista, quería crecer más y darse gustos con su propio esfuerzo, así le demostraría a su madre que si era útil, y a Bright que era un buen Omega.

En el camino, Win se dio cuenta de que no estaban yendo a ninguna casa, ni a la suya, ni a la de Bright, así que empezó a confundirse, miró al Alfa, haciendo una mueca tierna de confusión.

— ¿A dónde vamos P'Bright? — Preguntó.

— Vamos al centro comercial, hoy quiero comprarte muchas cosas ya que el viernes nos iremos de paseo a la playa.

— ¿¡Playa!? ¡Hace mucho que no voy! — Win chilló de emoción como un lindo cachorrito, pataleando en su sitio y alzando sus bracitos en forma de celebración, aún estaba procesando lo que su Alfa le había dicho, tenía tantas preguntas que hacer al respecto, pero no sabía cómo empezar así que solo pudo soltar otro chillido, mirando al azabache con ilusión. — ¿Por qué?

— Porque te has esforzado mucho en el trabajo y creo que te mereces unas vacaciones. — Dijo simple, soltando risas suaves por las tiernas reacciones de su pequeño que tanto le gustaba.

Manos de Ángel | BrightWin | Adaptación ✔️Where stories live. Discover now