33. Como si no importara, bonita.

Start from the beginning
                                    

― ¿¡Y nosotros que sabemos!? ― Elevé la voz ― Mateo, esto va a terminar mal, en serio, no quiero lastimar a nadie más, por favor te lo estoy pidiendo.

― ¡Y por eso Cielo, yo te pido que si en serio me amas no me dejes! ― Se acercó a mi y bajé la mirada ― Cielo, ¿Vos me querés?

― Como no te voy a querer ― Chisté ― Yo te amo Mateo, nunca me enamoré así de alguien.

― Yo tampoco, te amo muchísimo, ¿Por qué tenemos que rendirnos por lo que digan los demás?

― No te quiero hacer mal ― Murmuré.

Me hizo mirarlo ― No me importa que tan mal me hagas después si ahora me haces tan bien, valdría la pena Cielo, haría cualquier cosa.

― Yo también ― Lo miré a los ojos ― Hasta dejarlo acá solo por protegerte.

― ¿Es lo que querés?

No, obvio no quería pero ¿Y si era lo mejor?

Asintió para si mismo, dando a entender que mi silencio era un si y fue a mi cuarto por sus cosas. Yo todavía no reaccionaba ante lo que estaba pasando, ¿Estábamos cortando?

Volvió con una remera puesta y su copia de las llaves que dejó a mi costado en la mesada, yo seguía en el mismo lugar.

Me miró por última vez antes de irse hacia la puerta, recién ahí mis piernas reaccionaron y salí corriendo a buscarlo, él ya había salido a la calle para ir a su casa.

Lo agarré del brazo y me puse frente a él antes de besarlo desesperada, no quería que se vaya.

― Perdón, perdón, perdón ― Dije entre besos ― Te amo y termine como termine, no me importa, pero quiero estar con vos, por favor perdóname, soy una tarada.

― Te perdono, no sos una tarada ― Me abrazó por la cintura y me alzó haciendo que enriede mis piernas en sus caderas ― Te amo Eva Cielo Mazzei, nunca dejes de amar así, nunca ― Murmuró antes de darme repetidos besos en la cara y empezar a caminar conmigo otra vez a mi casa.

Cerró la puerta y me apoyó en esta bajándome para darme un beso lento, rápidamente me hice lugar con mi lengua en su boca en lo que sus manos se colgaban bajo mi remera blanca.

Me alzó pasando un brazo por mis piernas y otro por mi cintura llevándome hasta el sillón entre risas, se arrodilló frente a mi antes de sacarse la remera sonriendo y casi subirse sobre mi para seguir besándome. Fuimos interrumpidos por, no el sonido de un celular, sino los de ambos.

Suspiré y Mateo me pasó el mío ― Mariana ― Dijo nomas y corté, no quería hablar con ella.

A Mateo lo había llamado Tiziano por no contestar los mensajes del grupo, que estaban organizando otra juntada en la plaza, pero sin Belén.

― ¿Vamos?, ¿Qué decis? ― Me preguntó.

Hice una mueca ― No sé, ¿No están enojados?

― La cosa no es con vos, es más, por ahí lo hace para compensarme el mal momento, pero voy estar más tranquilo si vas conmigo.

― Bueno, vamos, ¿A qué hora?

― Más tarde, tipo siete, yo quiero dormir siesta después de comer, primer aviso ― Reí ― Sos hermosa así.

― ¿Así como?

― Con la boquita hinchada y despeinada, me enamoré otra vez ― Murmuró antes de besarme otra vez y seguir con sus caricias pero lo frené, tenía miedo.

Tenía miedo de no ser suficiente para él en lo sexual, si me entienden.

― Eh, yo... ― Dije separandome un poco ― No puedo Mateo, no ahora.

lover of mine ; Trueno [Terminada✔]Where stories live. Discover now