Jackson Wang su trabajo era la flora. 

Cha Eunwoo tenia el trabajo en la fauna. 

Y por último, Jung Hoseok su labor era la primavera. 

Los tres siempre velaban por la seguridad del reino.

Pocas veces se dejaban ver, pero todos los habitantes de Daegu sentían su invisible protección y debes en cuando acudían a ellos para pedir ayuda en momentos más difíciles. 

– ¿Quiénes son ustedes?.– preguntó el rey Dongju, viendo a los tres chuvis con algo de recelo, los reyes vecinos y el pueblo se habían acercado a presenciar la escena. 

– Mi rey.– la voz del hada de color verde se hizo escuchar y realizó una venia junto a sus dos hermanos.– Nosotros somos los padrinos mágicos y hemos traído regalos para el pequeño príncipe. 

– ¿Padrinos mágicos?.– preguntó el rey.– ¿De dónde vienen? 

– Del páramo.– contestó el de vestimenta verde. 

– Gracias por venir.– sonrió la reina, viendo a los tres chicos.

– Es un placer para nosotros el servirles a ustedes mis reyes.– realizaron una reverencia. 

– Pueden dejar sus tesoros al príncipe.– señaló la reina, haciendo un ademán a los padrinos mágicos. 

Los tres se agradecieron y se acercaron a la cuna donde estaba el pequeño príncipe quien tenia sus ojitos marrones abiertos y su manita hecha puñito en la boquita, los tres sonrieron ante eso mientras que todo el pueblo y reyes estaban callados y atentos a los regalos que darían esas criaturas mágicas. 

Uno de ellos que tenia la vestimenta de color rosa, cabello negro —aún que le gusta cambiárselo de vez en cuando—, su piel era natural, ojos marrones, su pasatiempo es bailar, y hacer rap; pero sin duda su pasatiempo favorito era molestar a sus hermanos. 

El de en medio, Cha Eunwoo, su vestimenta era verde, rostro pequeño. Tiene un aura tierna y delicada, tiene un eye smile que ocasiona que sus ojitos se cierren y sólo cause ternura. Su tez es algo pálida; lo que lo hace verse algo delicado, le gusta mucho cuidar de sus hermanos, pero siempre está detrás de Hoseok para ayudarlo en todo y no dejarlo con toda la tarea, aunque él es el que se lleva todas las burlas de Jackson. 

Y por último, Jung Hoseok, su vestimenta azul, su mirada es brillante, esperanzadora y cálida; lo que te hace confiar y tener un poco de paz. Su sonrisa de corazón siempre tan reluciente y esos hoyuelos que a veces se le marcan. Su cabello rojizo era su favorito, y aunque sus hermanos le dijeran que se lo cambiará, él siempre decía que no. Su personalidad era tan cariñosa y amable, pero siempre había algo que lo caracterizaba mucho y todos se daban cuenta; le gustaba ayudar a todo el mundo, no importaba si él se ponía al último con tal de ayudar a esa persona. 


Así que Jackson con una sonrisa, se acercó a la pequeña cuna y comenzó a hablar, sacando su varita de la manga de su capa. 

– Pequeño príncipe Taehyung, yo te concedo el don de la belleza.– con una sonrisa, levantó su varita mágica, de la que se desprendieron unos destellos que rodearon la cuna. Jackson contemplaba al bebé con una gran ternura y su varita no dejaba de brillar. 

Eunwoo, ya algo impaciente, reclamaba su turno y empujo a su hermano para poder dar su tesoro al heredero. 

– Príncipe Taehyung, yo te concedo todos los encantos de la música y la más bella voz del mundo para cantarlos.– Eunwoo levantó su varita mágica y pájaros de todos los colores comenzaron a revolotear a forjar alrededor de la cuna del príncipe haciendo reír. 

El Principe Durmiente •KookTae•Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang