– ¡Papi, mira!.– gritó Jungkook señalando la torre que había hecho con las zanahorias picadas. 

– Campeón, no juegues con la comida.– observó al menor quien tenía un puchero.

– Es una torre hermosa Kookie.– sonrió Yoongi quien veía a su hermano quien tenia una pequeña sonrisa de labios sellados por su cumplido.– Si mamá estuviera aquí, te hubiera dicho que elogiaras lo que Kookie había hecho.– susurró con la intención de que sólo su padre escuchara. 

– Como sea.– soltó un suspiro el rey.– Te gustará ir también por que Hoseok y Namjoon irán también. 

– ¿En verdad?.– el brillo en sus ojos apareció y mostró esa gumny smile que había desaparecido cuando su mamá se había ido.

– ¿Yugyeom puede venir con nosotros?.– preguntó Jungkook viendo a su padre con esos ojos de bambi, mientras tomaba su leche de banana. 

– No creo que le den permiso sus padres, Kook.– acarició el cabello azabache de su hijo.– Pero estará Jimin y él también es tu amigo. 

– ¿El novio de Yoongi hyung?.– preguntó inocentemente.– Él estará detrás de mi hermano, ni siquiera va a querer jugar conmigo.– formó un puchero. 

– ¡No es mi novio!.– gritó a la vez que cubría su varita con sus manos por el sonrrojo que había adquirido sus mejillas. 

– Ya nos quedo claro Yoongi, no tenías que gritar.– observó a su hijo divertido para volver a posarla al menor.– Si le pides amablemente que juegue contigo, lo hará o Yoongi igual le puede decir. 

– ¡Papá!.– gritó Yoongi cruzándose de brazos y viendo molesto a su padre. 

– Igual puedes hacer más amigos haya Kook.– ignoró el grito de su hijo mayor.– Si nadie juega contigo, yo lo haré. 

– Pero Yugyeom se quedará solo, no estaré para cuidarlo.– formó otro puchero. 

– El señor galleta también estará sólo mientras tu no estés.– informó su padre.– Qué te parece si le dices a Yugy que cuide al salir galleta en tu ausencia y de regreso, los llevo al arrollo para que jueguen, ¿te parece?.

– Esta bien papá.– asintió energéticamente.– ¿Lo prometes?.– levanto su meñique.

– Lo prometo.– unió su meñique con el de su hijo. 

– Mi rey.– Kim Jong-hyun, soldado real del rey, entró al comedor no sin antes hacer una reverencia. 

– Jonghyun, ¿qué pasa?.– la atención de los tres, estaba en el soldado. 

– Lamento interrumpirlo, pero el consejo quiere hablar con usted.– informó. 

– El consejo siempre interrumpiendo.– soltó un bufido. 

– Pero papá, prometiste jugar con nosotros hoy.– comentó Jungkook.

– No tardare, ¿de acuerdo?.– les dedicó una sonrisa.– Hablaré con el consejo rápido y cuando termine, jugare con ustedes. 

– Esta bien.– sonrió Jungkook, mientras que Yoongi observó a su padre de forma seria, él mismo sabia que su padre iba a estar muy ocupado con los del consejo e iba a terminar tarde como siempre, pero no quería quería decirle a su padre lo mentiroso que era; así que se quedo callado; iba a saltarse su siesta para poder jugar con su hermano y no verlo triste. 

El rey se levanto de la mesa y dejo caricias en las pequeñas cabezas de sus hijos para poder irse. Gonyoo odiaba a veces ser rey por que no tenia el tiempo que él quisiera poder pasarlo con sus hijos, pero a veces el pueblo o los del consejo lo necesitaban y regresaba tarde. Su esposa era quien se encargaba de jugar con los niños; pero ahora que ya no estaba, se le hacia imposible tener un pequeño tiempo para sus hijos. 

El Principe Durmiente •KookTae•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora