Inevitable escape #3 [Completa/editando]

Capítulo 36

Janeth Blythe

Aunque estaba tan feliz que podrían decirme algo ofensivo y nada quitaría la alegría que tengo, si había algo que me pusiera indecisa.

Era donde me sentaría hoy.

Quedé parada viendo donde sentarme porque todos los lugares estaban ocupados.

Noah y Lester no, hay mucha tensión cuando estoy cerca de Lester, es incómodo verlo.

Beverly y Yorleny, obviamente no. No me sentaré ahí con esa chica que me dijo perra.

Isaí y Darién, eh, no. Sería incómodo estar con él cuando Darién estaría ahí, y no digo que sería incómodo por mí sino por Darién.

Había una lugar libre delante de la mesa de Isaí, había una silla libre ahí, pensé dos veces antes de ir y sentarme ahí, porque realmente nunca he cruzado palabra con la persona que están sola rayando algo en su libreta.

Pero decidí caminar y sentarme porque todos me estaban viendo parada como si fuera un poste.

Cuando me senté vi que la persona con la que hoy comparto mesa se tensó y gane la mirada de muchos, porque nadie se sienta con el chico gótico del salón.

Y es que él realmente es raro, no habla con nadie y si habla de algo solo es de cosas tristes o raras.

Le di una ojeada rápida, rayaba una hoja de papel con su lápiz tinta, toda la página estaba negra por las rayas que el había hecho.

—¿Qué ves? —me tense cuando me dijo eso.

—Nada —conteste de inmediato.

Él siguió rayando la hoja de su libreta.

Sentí que jalaron las puntas de mi cabello y el único que hace eso Noah, así que rápidamente me gire para verlo, tenía una cara de: ¿Qué mierda hiciste? ¿Por qué te sentaste con ese chico que solo de cosas negras y raras habla?

—No había otra opción —conteste.

Me señaló una silla que había adelante junto a una chica, la misma que le había ayudado a cambiarse su estilo de vestir.

—Adelante ni de chiste.

—Ese chico no me agrada.

—Noah, a ti nadie te agrada.

—Ese chico da miedo.

—Poco, pero puedo tolerarlo.

—No vas a poder ni cruzar palabra con él.

—¿Me estás retando? Soy un encanto, todos quieren hablar conmigo.

—No, y no lo hagas, puede robar tu alma o algo así, se ve que tiene conocimiento oscuros.

—Noah...

—Solo te cuido.

Estaba apuntó de decir algo, pero el maestro entró. Saludo con su típico: jóvenes. Y hasta al maestro le sorprendió que me haya sentando al lado de este chico raro.

—Okey —dijo, desconcertado —, empezaré la clase.

Me gire porque escuché la risa de Isaí y Darién detrás de mí, ellos parecían entretenidos con la escena que estoy dando, porque estoy tratando de ver algo interesante en este chico. Sé cómo se llama, pero nunca he hablado con él.

—¿Qué les divierte tanto? —pregunté.

—Nada, simplemente reímos —dijo Darién.

—¿De qué ríen? —entrecerré mis ojos viéndolos.