Capítulo 8

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Capítulo 8

 

            Había llegado el día del baile y Jane esperaba en su habitación con bastantes nervios. Estaba segura de que Johnny vendría a buscarla, pero la espera estaba empezando a impacientarla.

            De pronto tocaron a la puerta haciendo que Jane fuera corriendo a abrir.

            -Johnny ha llegado – dijo su padre mientras le sonreía -. Estás preciosa hija.

            -Gracias papá – dijo ella mientras le sonreía -. No sé por qué, pero estoy nerviosa.

            -Tranquilízate hija – dijo mientras le tomaba de las manos con cariño -. Estás preciosa y seguramente te lo vas a pasar estupendamente con Johnny.

            -Sí.

            Jane bajó las escaleras del brazos de su padre, y allí estaba Johnny al pie de las escaleras. La miraba con una gran sonrisa en el rostro mientras le tenía una mano.

            -Estás preciosa Jane – dijo mientras le daba un pequeño beso en los labios.

            -¡Oh! Gracias – se había sonrojado, no había podido evitarlo. Le había besado allí, delante de su padre -. Tú también estas muy guapo.

            Johnny le sonrió y se dirigieron a la puerta.

            -No la traigas muy tarde Johnny – dijo su padre mientras los despedía en la puerta.

            -No se preocupe – dijo Johnny mientras bajaba los escalones del porche -. No llegaremos muy tarde.

            Johnny llevó a Jane hasta el coche de su padre. Se lo había pedido prestado para esa noche, no podía llevar a Jane en la moto.

           

            Quince minutos después estaban en la cola que llevaba a la sala donde se celebraría la fiesta. Allí vieron a Jason y Sara y decidieron entrar juntos.

            Mientras entraban en la sala, Jason iba presentándoles a los amigos que se iba encontrando por el camino. Conoció a Jake, a Mike y a Sam que eran amigos de Jason. Luego estaban las chicas, Maty, Natalie, Sophia y por último Karen.

            Karen se enganchó de su brazo con una gran sonrisa.

            -Me alegro mucho de conocerte Johnny – dijo mientras le acariciaba el brazo -. Espero que podamos ser amigos.

            Jane se había quedado a un lado y estaba viéndolo todo con furia. Menuda largar, ¿Cómo se atreve a coquetear con él de esa manera? Y para colmo Johnny le sonreía y no hacía nada para quitársela de encima.

            Sin decir nada a nadie se fue a la barra a pedirse una copa. ¡Maldita sea! ¿Por qué Johnny le hacía eso? Había venido con ella a la fiesta, tenía que estar con ella no con esa.

            -Hola Jane – dijo de pronto una voz.

            Jane se dio la vuelta y vio a Bill a su lado sonriéndole.

            -Hola Bill, ¿qué tal? – dijo ella mientras tomaba la copa de las manos del camarero.

            -Bien, y veo que tú también – dijo él mientras se acercaba más a ella -. Estás preciosa.

            -Gracias – dijo Jane mientras miraba de nuevo hacía dónde se encontraba Johnny.

            Dios, Karen seguía enganchada a él como una lapa.

            -Jane – dijo Bill mientras le tocaba el brazo -. ¿Quieres bailar conmigo?

            No estaba muy segura de querer bailar con él, en ese momento habían puesto una canción lenta. Pero Jane cambió de opinión cuando vio que Karen arrastraba literalmente a Johnny a la pista y se agarraba con fuerza a él.

            Jane dejó la bebida en la barra y se volvió hacía Bill. Así que Johnny la había dejado plantada por esa, pues ella no pensaba quedarse atrás.

            -Vamos a bailar – dijo Jane mientras arrastraba a Bill a la pista.

            A Johnny se le estaba empezando a agotar la paciencia con esa chica. Que empalagosa y pesada era por Dios. Y para colmo a Jane no se la veía por ningún lado. ¿Dónde se habría metido? De pronto la vio en la pista de baile abrazada a un tipo. ¿Quién era ese? Eso no lo iba a consentir, ella bailaría con él. Se imaginaba que Jane la había visto con Karen y se había puesto celosa.

            -Perdona  Karen – dijo Johnny mientras la separaba de si a duras penas -. Tengo que ocuparme de algo.

            -Pero Johnny…

            -Hasta luego Karen.

            Johnny se acercó a la pareja y tomó al chico del brazo para que se apartara de su chica.

            -Perdón, pero ella está conmigo – dijo Johnny mientras se volvía hacía Jane y la tomaba entre sus brazos.

            -Pero, en este momento está conmigo…

            -Mira tío, lárgate si no quieres tener problemas – y una vez dicho esto tomó a Jane del brazo y la alejó de allí.

            Cuando estuvieron lo bastante alejados, Johnny la tomó de nuevo entre sus brazo y la besó con pasión.

            -¿Por qué demonios estabas bailando con ese tipo? – preguntó él cuando se separó un poco de ella.

            -¿Y tú por qué estabas bailando con Karen? Y encima le sonreías – dijo ella con furia a la vez.

            Johnny lanzó una gran carcajada mientras volvía a apoderarse de su boca.

            -Ummm… me encanta tus celos – dijo en un susurro junto a su oreja -. Aunque no tienes porque estar celosa, solo me interesas tú. Ella se enganchó de mi brazo y no había manera de soltarla sin ser borde.

-Estabas sonriéndole – dijo ella también en un susurro.

-Quería ser amable – dijo él mientras se movía lentamente al compás de la música -. Te prometo que en lo que queda de noche no voy a separarme de ti. Pero tú también tienes que prometérmelo.

-Te lo prometo – dijo Jane mientras apoyaba la cabeza en su hombro.

Durante todo lo que quedó de noche, Johnny cumplió su palabra y no se separó de ella. A las una se despidieron de todos y Johnny la llevó de nuevo a su casa.

Jane estaba feliz, se lo había pasado estupendamente y pensó que quizás Johnny estaba empezando a quererla de verdad.

Perdón por la tardanza de esta historia, pero no es el etilo que suelo escribir y no estaba segura de como seguirla. Comentad a ver lo que os a parecido para seguir escribiendo. Un saludo

UN AMOR DIFICILWhere stories live. Discover now