[ [ ꪶíꪀꫀꪖડ ρꪖ𝕣ꪖꪶꫀꪶꪖડ ] | | 𝐁𝐚𝐫𝐛𝐚𝐫𝐞𝐧𝐚 AU

Capítulo 22. [Islas Canarias, parte 2]

ALGUNOS DÍAS ATRÁS:

—Así que...—Elizabeth guardó silencio viendo los boletos de avión sobre el escritorio muy detalladamente. Levantó la vista hacia Bárbara que estaba con la mandíbula tensa, sus manos cruzadas y su tan acostumbrado semblante serio—. ¡Islas Canarias!—completó fingiendo alegría y una sonrisa que muy bien Bárbara conocía.

—Te dije que iba a esmerarme en conseguir una oportunidad con ella y estoy haciendo mi mejor esfuerzo—se encogió de hombros despreocupada mientras tomaba los boletos de avión en sus manos—. La situación no está fácil, Elizabeth. Tengo mucho camino por recorrer aún y cada vez está siendo más difícil para mi poder descifrarla.

—Y mientras lo haces, te acuestas con la primera mujer que te sonríe en alguna fiesta—susurró logrando que Bárbara la viera seriamente—. No me mires así—la morena bufó—. Reconoces que últimamente lo has arruinado todo y lo mejor que se te ocurre es proponerle un viaje a Islas Canarias—Elizabeth sonrió tomando los boletos nuevamente—. Es ingenioso, pero no lo suficiente.

—¿A qué te refieres?—Bárbara se mostró confundida.

Elizabeth se puso de pie mientras hacía un corto recorrido dentro de la oficina de Bárbara. 

—Necesitas algo más que planear un viaje, Barbie—la morena seguía sin comprender por lo que continuó—. Necesitas algo más que unos simples boletos de avión. 

Bárbara abrió los ojos. 

—¿Simples boletos de avión?—preguntó incrédula—.  No son solo los boletos, Elizabeth. He planeado tres perfectos días a su lado. Es la primera vez en muchos años que me tomo el tiempo para planear algo que sean tan personal—Elizabeth sonrió—. Quiero que sea un viaje de ensueño y quiero que lo viva a mi lado. Es lo único que necesito para poder tener una nueva oportunidad. 

—Quieres tener una nueva oportunidad con ella porque de verdad te gusta esa mujer—la morena borró la sonrisa de inmediato haciendo una mueca—. Te esmeras porque sabes en el fondo que Macarena es la mujer de tu vida y te niegas a reconocerlo y que no solo te interesa su fortuna y tu venganza como tanto quieres hacerte creer—dijo Elizabeth mientras se servía un trago de whisky del pequeño bar de licores que tenía la morena allí—. Te conozco mejor que cualquier otra persona y  puedes engañar al mundo, pero a mi no. 

—¡No seas absurda!—Elizabeth sonrió dándose la vuelta para encararla—. Tengo un propósito y  sabes que mezclar pasión y  amor con los negocios siempre sale mal—hizo una mueca—. Así que no vuelvas a repetir algo como eso jamás. 

Elizabeth suspiró sentándose frente a ella mientras le tendía su vaso con whisky. Bárbara negó  haciéndole con la mano un gesto de rechazo. 

—Quisiera creerte, de verdad me gustaría, pero simplemente no puedo hacerlo porque he visto cosas en ti que no había visto antes—empezó a decirle—. Tu faceta de mujer celosa nunca lo había visto, por ejemplo, y el día que supiste que Macarena estaba con el galán en el centro comercial querías botar fuego y casi lo haces, querida—dijo burlona y Bárbara la vio con los ojos entrecerrados queriendo saber qué pretendía con sus teorías—. Cuando Jeniffer insinuó cosas, también querías ahorcarla—Elizabeth soltó una risita recordando el día que había visto muy molesta a Bárbara por algunos comentarios que había hecho Jeniffer sobre el cuerpo de Macarena. Ella quería comérsela viva, solo que Bárbara jamás lo reconocería porque su ego era mucho más grande que su deseo, aunque si era sincera con ella misma, estaba empezando a dudarlo.