Capítulo 4.

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Cuando llego a la residencia de los Sanders, me esperan con wafles y pollo para el desayuno.

—Una vez más se lució señora Luna —agradezco mientras ella solo sonríe.

—Timothy te tocara estar en el itinerario de las trillizas —menciona alivianado André.

—Yo estaré con la señora Lorette y Valentino con el señor Dominique, hoy no tiene salidas programadas el señor Connor, pero por cualquier cosa ten el celular a la mano —se dirige a valentino en esto último.

—Enterado —decimos al mismo tiempo.

Terminamos de desayunar y nuestro día comienza por limpiar los carros por fuera en lo que los Sanders salen para sus actividades. Reviso el itinerario de las Trillizas.

9:00 a.m. desayuno con Amy y Rachel en Pink Moon.

10:30 a.m. compras a Red Fashion

12:00 p.m. almorzar con Angelique Bouvier diseñadora de moda.

2:00 p.m. Comida en casa.

4:00 p.m. Visita al salón de belleza.

6:00 pm. Regreso a casa.

7:30 p.m. Antro +18 Kisses en el centro de Zoreville.

11:30 p.m. Regresar a casa.

—Vaya tendré que esperar mucho afuera —digo en mis pensamientos.

Son las 8:35 a.m. es cuando veo que las trillizas vienen bajando las escaleras de la entrada principal, me apresuro para abrir las puertas del carro.

—¡Buenos días! señoritas Sanders.

—¡Buenos días, Timothy! – Adele es la única de las tres que me saluda antes de subir.

Camino a Pink Moon, solo escucho la charla sobre la fiesta de esta noche.

—Creo deberías invitar a Sebastián —sugiere Roselyn a Madison.

—No, ya invité a Gabriel.

—Bueno y ¿tú? —le preguntan a Adele.

—Saben que Owen y yo hemos terminado ¿cierto?

—Pero puedes invitar a alguien más —sugiere Roselyn —Yo iré con Max —presume arreglando su cabello.

—Pero es 7 años mayor que tú —dice sorprendida Adele.

—¿Y? —hace una mueca de desinterés —tengo que divertirme.

—Recuerden que si se descontrolan una vez más nos mandaran de vuelta al internado a las tres, nuestros padres son parejos —dice triste Adele.

—No se darán cuenta— susurra Roselyn —hoy irán a casa de los Miller por la cena de bienvenida al club —recuerda Madison —estarán muy entretenidos.

Estaciono el carro frente a la cafetería, salgo de carro rápidamente para abrir la puerta.

—Gracias —escucho una vez más la dulce voz de Adele.

Solo asiento con la cabeza y me regreso al carro, no pregunte exactamente qué debo hacer mientras espero por lo que saco mi celular y entro a mis redes sociales.

De lejos puedo observar a las chicas con las que se han reunido, por lo que veo son sus amigas, igual de atractivas que ellas.

Puntualmente regresan al carro, donde hago lo mismo antes de que suban y bajen.

—Ya Adele, pronto encontraras a otro chico que valga la pena —escucho que Roselyn consuela a Adele.

—Si, aun ahí muchos peces en el mar —escucho la voz de Madison.

El chóferWhere stories live. Discover now