-Ese es mi papi -digo, haciendo uso de un tono bajito y dulce.

Los ojos de Seokjin rápidamente se posan en mí, pero termina carcajeando.

-Qué gracioso eres -me murmura con indudable sarcasmo-. De todas formas, he estado pensando mucho en todo esto y no puedo evitar pensar que ella tiene algo que ver en lo que está sucediendo...

- ¿Por qué lo dices?

-Hace menos de un año nos enteramos que Bonhwa sufre de Lupus eritematoso sistémico. -Hace una pausa dudosa-. Realmente nunca me molesté en investigar al respecto, todo lo que sé es que es una enfermedad grave y está algo avanzado, y por eso ya no desea recibir a nadie en su casa, ni siquiera a Yunbi. Supuestamente se alegró con la noticia del bebé, pero no puede importarme menos -se encoge de hombros y, sí, en definitiva, no le interesa en absoluto.

- ¿Piensas que ella le dice a Wooshik que actúe para mantener el orden y la reputación? -Mi ceño se frunce.

-O que Wooshik lo hace para que ella no se estrese o deprima -refuta, manteniendo una expresión pensativa-. Piénsalo, niño. Imagina que su teoría era cierta, que tú y sushi tienen una aventura... -Se detiene solamente para reírse-. Mierda, me causa gracia incluso decirlo.

-Ya, prosigue.

-Bueno, imagina eso... Imagina la imparable repercusión mediática que tendría -me observa-. Tu cara, la de Yunbi y la mía estarían por todas las páginas web, por todos los periódicos y revistas de chismes. Eso no le haría nada bien a una mujer que lentamente está muriendo por su condición, ¿verdad?

Un silencio se impone entre nosotros, simplemente porque necesito procesar con detenimiento todo lo que acaba de decir. Por un momento, tengo ganas de reírme, pero luego lo pienso mejor y me doy cuenta de que no es tan descabellado todo lo que ha espetado.

Y no puedo evitar elogiar en mis adentros lo razonable e inteligente que es este hombre. Si dependiera de mí, la teoría final sería que unos extraterrestres secuestraron a Wooshik, le lavaron el cerebro e insertaron aquella idea sobre Yunbi y yo en su cerebro.

-Supongo que no...

El camino se vuelve más sinuoso ya que hay unos cuántos pozos en la calle de tierra, pero consigo hacer reír a Seokjin cuando finjo estar en una montaña rusa, soltando exclamaciones y algún que otro chillido atestado de fingido terror. No volvemos a tocar el tema de la familia de Yunbi, pero estoy seguro de que ambos seguimos dándole vueltas a dicho asunto.

De pronto, en el horizonte cercano, y escondida entre los espesos y altos árboles, logro divisar una casa. Al parecer, la única vivienda que existe por esta zona.

Mi ceño se frunce y, automáticamente, desvío la mirada hacia Seokjin.

-Y al fin hemos llegado. -Me dice, con un atisbo de sonrisa asomándose por sus labios.

El único pensamiento que tengo en la mente ahora mismo es que esta parece la típica casa en el bosque donde un asesino serial persigue y despedaza a sus víctimas, pero no se lo haré saber. Sé cuál será su respuesta: "viste muchas películas de terror, niño". Y sí, lo he hecho.

El Audi atraviesa una entrada decorada con una enredadera que cuenta con un precioso detalle de pequeñas florecitas. Avanza a baja velocidad por el camino creado para los vehículos y, finalmente, se detiene delante de la casa.

Seokjin se quita el cinturón de seguridad y yo lo imito, para luego descender del coche.

- ¿Esto te pertenece? -Le pregunto, aunque la respuesta es obvia.

-Así es. ¿Te gusta?

-Sí... -Digo, mirando con estupor en dirección a la vivienda-. Me pregunto si tienes un fetiche con las casas ubicadas en el medio de la nada.

"Tendencia + Torpeza" (Adap.) «JinKook»Where stories live. Discover now