— ¿Vienes a hablarme sobre Jesús? —Pregunto, cruzado de brazos y con mi peor tono de seductor—. Porque con lo bella que eres, podría escucharte todo el día.

Ella me analiza con la mirada y arruga la nariz divertidamente.

—Te ves terrible —me dice.

—Lo sé, mi vida es una porquería.

Nahyun suelta una risa y nos abrazamos brevemente antes de invitarla a pasar.

—Perdona por no haber venido ayer.

—No te preocupes. Bienvenido al humilde hogar de un desempleado —digo, con la intención de sonar divertido. Por dentro, estoy llorando.

Mi amiga se gira en mi dirección y, oh, conozco esa mirada. Dos cosas pueden pasar a continuación: puede golpearme o puede darme su apoyo moral. Quizás ambas.

—Asumo que no quieres hablar sobre lo que ocurrió el otro día mientras yo no estaba...

Bajo la mirada hacia mis pies descalzos y trago saliva.

—Estás en lo cierto —contesto, y me obligo a devolver la vista a su rostro—. Quiero olvidarme de eso lo antes posible.

—Entiendo... —Dice, sonando comprensiva y permitiéndose una pequeña pausa antes de continuar—: De todas formas, necesitaba decirte que puedes hablar de ese asunto conmigo. Yoongi y Seokjin son muy buenos amigos, como ya sabes, y mi novio me ha contado cosas que probablemente no debería.

Mis facciones se iluminan con incrédulo asombro y terror al tiempo que mis ojos se abren con más amplitud. ¡Carajo, el mayor de los carajos en la historia del carajo! De todas las cosas que podía decirme, esta era la que menos esperaba de ella.

Trato de ignorar la sensación de nerviosismo puro que se apodera de mi cuerpo y me aclaro la garganta, pero las palabras no logran salir.

—Sí, me refiero a eso —Nahyun prosigue—. No te asustes; Yoongi nunca te ha mencionado específicamente, pero para mí fue sencillo unir los cabos sueltos.

—No digas nada, por favor —murmuro con timidez.

—Sabes que nunca haría eso —ella me da una palmadita en el brazo y automáticamente me siento aliviado—. ¿Qué harás ahora?

—No tengo idea. Tengo dinero ahorrado, puedo sobrevivir un mes con eso si lo organizo correctamente, pero necesito encontrar algo rápido.

— ¿Quieres que intente hablar con Seokjin? Quizás...

—Lo mandé a la mierda y renuncié en su cara —la interrumpo—. No hay "quizás".

—Bueno, la compañía para la que trabaja Yoongi–

—No solo trabaja, él ha comprado una parte —vuelvo a detener sus dichos para realizar la necesaria corrección.

Ella rueda los ojos.

—Bueno, sí, tienes razón. En fin, la empresa está reclutando personal en el área de recursos humanos, ya sabes, para contratar productores, escritores y demás —me cuenta y yo ladeo la cabeza—. Puedo darle tu resumen para que le dé un vistazo.

Las comisuras de mis labios se levantan y mi gesto se dulcifica.

— ¿Harías eso por mí?

—Por supuesto que sí, torpeza.

—No creo que me quieran ahí —mi culo pesimista entra en acción de inmediato—. Es una compañía muy grande e importante.

—Y, como mencionaste, Yoongi entra en la categoría de "jefes" —me recuerda, frunciendo los labios; parece más que orgullosa del logro de su pareja—. Puedo convencerlo de que te dé una oportunidad.

"Tendencia + Torpeza" (Adap.) «JinKook»Where stories live. Discover now