𝐋𝐢𝐭𝐭𝐥𝐞 𝐛𝐨𝐲 ☆ 𝐖𝐨𝐨𝐇𝐰𝐚

𝐵𝑟𝑜𝑘𝑒𝑛 ℎ𝑒𝑎𝑟𝑡

El menor corría de forma torpe tratando de no chocar con la gente que lo rodeaba. No quería que las galletas que había hecho para su hyung cayeran al suelo y quedaran arruinadas.

Cualquiera que viera a Jung Wooyoung seguramente moriría de ternura, pues el chico era la clara representación de pureza, belleza y todas aquellas palabras que describieran algo bonito. Con esos ojos grandes y expresivos,  aquella sonrisa que robaba el corazón de cualquiera que fuera capaz de admirarla, su voz... tan dulce como la miel, con sus mejillas rosadas y aquel bonito lunar en su labio inferior podría tener el amor de quien quisiera. Pero al parecer sus encantos no siempre funcionaban, porque aunque no fuese correspondido, su corazón tenía un solo dueño.

Park Seonghwa.

Aquel grandioso Hyung de bonitos ojos color café, parecidos a aquel dibujo animado que solía ver cuando era pequeño. Su piel levemente bronceada, tan bonito como un caramelo de leche.

No es que fueran cercanos, de hecho, se podía sentir el desagrado que tenía el mayor hacia él. Sus madres eran mejores amigas, la señora Sandara le había encargado a Wooyoung cuidar de su hijo y no le iba a fallar, por mas que aquello significara ser rechazado por el mayor casi siempre.

Finalmente, Wooyoung había logrado llegar al extenso patio de la escuela, era de los lugares más tranquilos del establecimiento y sabía que el mayor prefería estar envuelto en un ambiente silencioso en lugar de la ruidosa cafetería. Él siempre sabía dónde encontrar a Seonghwa. Su Hyung era fanático de los lugares con poca gente, por lo que con pequeños saltitos, caminaba adentrándose al diminuto bosque detrás de la escuela.

Sin embargo... Esa vez deseó jamás haber llegado, deseó jamás haber escuchado eso.

 Antes, su mejor amigo le había hablado de lo que era un corazón roto, y ahora creía comprenderlo.

¿Por eso sentía su corazoncito doler de esa forma?

Era muy tarde para cuestionarlo, siquiera para detener las lagrimas que en algún momento habían comenzado a humedecer sus mejillas. Dejó caer las galletas al suelo y corrió del lado contrario a donde se encontraba su Hyung, debía buscar a Yunho y hundirse entre sus brazos hasta que su corazoncito dejase de doler.

Yunho una vez le había dicho... que los chicos preciosos como él no debían llorar, pero si se daba el caso, él prometió que lo reconfortaría con helado y uno de esos abrazos de oso que tanto adoraba.

Entonces allí estaba, envuelto en los brazos de un confundido pero sonriente y reconfortante Yunho.

Es el primer capítulo y ya me estoy emocionando jdcnjknd