Capítulo 5

1.8K 202 7
                                    


Yoongi estaba tan jodidamente lleno. Jungkook golpeó su punto dulce en cada empuje llevando a Yoongi malditamente cerca de correrse otra vez. Un baño caliente en la bañera estaría en el orden del día después de esto. Jungkook era enorme en cuanto a su polla se refería, y maldito si el oso no sabía bien lo que hacía. Yoongi miró a Jungkook con asombro. Todo era tan surrealista, tan fantástico. Amó las velas, la comida y a Jungkook.

Yoongi sintió como si flotara en un sueño. ¿Verdaderamente Jungkook estaba reclamándolo, o esta sería otra noche que despertaría helado y solo, habiendo soñado todo lo que deseaba tan desesperadamente?

Yoongi paseó sus manos, bajando por su pecho, sus piernas, y luego su mano derecha se estiró para sentir a su compañero, mientras que la izquierda frotaba su polla entre sus muslos.

—Maldición, eso es, bebé. Muéstrame cuánto lo quieres. —Jungkook empujó más fuerte, su polla lo penetraba mientras que sus ojos se quedaron pegados en la mano de Yoongi.

Yoongi enrolló sus dedos sobre el pene de Jungkook, bombeando el duro eje a la vez que este se empujaba en él. La cabeza de Jungkook cayó adelante, sus labios soltando un gruñido cuando empujó más profundo en el culo de Yoongi. Yoongi jaló fuertemente su polla, el semen golpeó en su muslo.

—Yoongi, bebé —gritó Jungkook cuando colmó a Yoongi con su caliente semilla.

Yoongi podía sentir las pulsaciones dentro de él, sentía como el calor lo bañaba. Liberó sus manos para agarrar los brazos de Jungkook, animándole a acostarse a su lado.

Jungkook rodó, tirando a Yoongi más cerca. Yoongi gimió silenciosamente cuando la blanda polla de Jungkook abandonó su dolorido culo.

—Ah —Jungkook gruñó y rodó colocándose otra vez sobre Yoongi. Yoongi le dio una extrañada mirada.

Jungkook se rio cuando miró abajo a Yoongi. —Rodé sobre la bandeja. Mi espalda está llena de roja salsa.

Yoongi se rio interiormente. Bobo.

La risa de Jungkook murió en sus labios quedándose congelado. —Te oí.

Lágrimas calientes rodaban por el rostro de Yoongi cuando alzó la mirada sorprendida a Jungkook. Su compañero finalmente era capaz de oírlo. Ellos podían comunicarse.

¿T... tú puedes? —Yoongi había temido que una vez que la urgencia del apareamiento se terminara, algo se quebrara entre ellos de alguna manera, y los dejaría esforzándose por entenderse otra vez el uno al otro.

Quería desesperadamente hablarle a Jungkook sin cuaderno y bolígrafo. Quedar mudo después del accidente había frustrado bastante a Yoongi. Pero su incapacidad para comunicarse con Jungkook de la manera en que quería era una pura tortura.

—Sí, amor. Puedo. Déjame oír esa hermosa voz otra vez.

Te amo, mi oso gris.

Jungkook lucía atontado cuando apartó la mirada de Yoongi. ¿Había ido demasiado lejos? ¿No debería haberle dicho a su compañero que lo amaba? Yoongi se preocupó de haberse movido demasiado rápido y que Jungkook no estuviera listo para que le profesase su amor.

Jungkook sonrió enormemente y entonces besó suavemente a Yoongi en cada ojo y luego puso un suave beso en sus labios. —Yo también te amo, mi pequeño oso.

Yoongi notó que Jungkook no lo había dicho en voz alta. Pero estaba muy feliz con la declaración de Jungkook. Esto significaba que ellos se movían en la dirección correcta.

La ira de un hombre- KookgiWhere stories live. Discover now