🔪Hora #6🔪

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Christopher tomó algunas cosas del Chevrolet que a su juicio podrían ser útiles en el camino. Encontró la compra que Tn_ había hecho horas antes desparramada por el tapizado. Elevó sus cejas cuando divisó el paquete de cigarros.

— ¿Fumas? – Preguntó, girando la cabeza sobre su hombro para ver a la chica parada a unos metros detrás de él.

Tn_ observaba a Christopher con recelo. El vehículo que había despertado tanta emoción en los muchachos no tenía ningún atractivo para ella. Era una furgoneta blanca con los vidrios delanteros blindados, sin características sobresalientes a simple vista. Entonces Erick le había explicado cuan resistente era el material que la resguardaba, al igual que a las ventanas. Ninguna bala podría traspasar la camioneta, ni alterar su curso de alguna forma. La chica tuvo la sensación de que era un coche de guerra para los anarquistas y se preguntó qué estaban planeando hacer con él, porque no se creía que lo hubiesen traído solo para ella.

Las sospechas se gestaban en su interior, temía ser arrastrada a una lucha. Estaba poniendo su destino en manos de dos hombres cuyas intenciones eran indescifrables, sin embargo no tenía otra opción mas que esa en la noche de La Purga.

— No... – Respondió, mirando los cigarrillos de menta que Christopher examinaba.— ¿Tú fumas?

— No estas mierdas mentoladas.– Se expresó. Aún así metió los cigarros en la bolsa, junto con el encendedor y el refresco de fresa. Cerró la puerta del auto plateado y caminó unos pasos hasta detenerse frente a ella.— Adelante, bonita.– Hizo un gesto con su cabeza, señalando a la muchacha que caminara primero.

Fue detrás de ella hasta la furgoneta. Ingresó a la parte trasera del vehículo con un salto y ayudó a Tn_ a subirse con él. El suelo del montacargas estaba limpio, por lo que después de cerrar las puertas y sumirse en la penumbra, ambos se sentaron sobre este, uno frente al otro. El asiento delantero era extenso y alto. La nuca de Erick apenas asomaba por él. Estiró su cuello para mirarlos.

— ¿Ya estamos listos? – Preguntó, poniendo el motor en marcha. El ruido del mismo era incluso mas suave que el del costoso coche que dejaban atrás. — Allá vamos.

Incluso aunque los atemorizantes sonidos del exterior llegaban amortiguados y la camioneta avanzaba ajena a las bestias que celebraban su noche, Tn_ se sentía desprotegida. Aquella sensación de inseguridad era causada por los ojos de Christopher fijos en ella. Deseaba tener algo en lo que concentrarse pero el montacargas estaba vacío salvo por ellos dos, lo que aumentaba su incomodidad. Finalmente enfrentó su mirada. El chico elevó la comisura izquierda de sus labios, formando una sonrisa ladeada que combinaba bien con su personalidad descarada.

— ¿Qué? – Espetó ella, molesta.

— ¿Qué sucede, linda?

— ¿Qué miras, tú, Anarquista? – Masculló, abrazándose a sí misma.

Christopher mostró sus dientes cuando dibujó una sonrisa completa y se deslizó hasta la pared opuesta, al lado de Tn_.

— Eres interesante.– Explicó, mirando a la joven sobre su hombro. Los nervios que ésta demostraba en su cercanía lo divertían. — Eres muy diferente a lo que pensé que serías.

— Juro que me alegra no estar a la altura de tus expectativas.– La irritación era visible en las palabras de ella.

— Eres mejor.– Él continuó hablando, ignorándola. — Pero todavía me gustaría saber ¿Qué escondes en esa preciosa cabecita, uhm?

— Nada. ¡Y aléjate de mí! – Exclamó Tn_, arrastrándose lejos del muchacho.

— Todos escondemos algo.– Él se encogió de hombros.

The purgue [Christopher Vélez y tu]Where stories live. Discover now