S E I S | P R U E B A D E F U E G O

Magsimula sa umpisa
                                    

—Hoy tenemos un interesante combate. Quizás porque los 2 que van a luchar son unos de los mejores. —Señaló al hombre rapado que se encontraba frente a Gato, esperando ser presentado por el showman y el rostro de enfado aumentó—. ¡Por el lado derecho tenemos a Brooklin! —Muchos aplaudieron ante las palabras del hombre y ese tal Brooklin levantó los brazos, saludándolos a todos—. ¡Y por el otro lado a Gato!

El público enfureció y gritaron con más fuerza, deseando ganar las apuestas por Gato.

Por lo que escuchaba, Gato era uno de los favoritos y en los que todos apostaban porque era sinónimo de ganar. Había ganado muchos últimos combates, pero solo había presenciado uno y casi mata al otro luchador la semana pasada.

Esta iba a ser la segunda vez que lo vería y me quedé de pie, mirando a ese hombre como pegaba los puñetazos más fuertes.

El hombre dio permiso para comenzar el combate y no bastó ni 3 segundos para que Gato esperase a Brooklin, quien comenzó con un gancho de derechas, pero Gato lo esquivó con agilidad, devolviéndole el gancho y haciendo que la saliva saliera de su boca.

Mientras la pelea estaba en auge, yo caminé por el lugar, buscando al Poeta, pero solo me encontraba personas enloquecidas por el combate.

El olor a sudor que había en ese lugar era nauseabundo, pero a medida que más tiempo pasaba, más me acostumbraba a dicho olor.

Volví a mirar a Gato, viendo como ya tenía a su contrincante sangrando, cuando Brooklin sacó todas sus fuerzas para propinarle un fuerte golpe en la cabeza a Gato, haciendo que se tambalease y asustándome por ver como le golpeaban.

Me acerqué sin pensarlo, sin decir nada, pero deseando que se recuperase antes de que el otro luchador siguiera devolviéndole golpes. Y, sin decirle nada, Gato me observó con el rostro cubierto de sangre y me guiñó uno de sus ojos con chulería, sonriente por verme así, para luego acercarse al otro luchador y pegarle con un fuerte puñetazo que dejó a Brooklin K.O. en el suelo.

Apreté mis puños para aguantar las ganas que tenía de propinarle a él un puñetazo por lo engreído que era.

Mi luchador levantó las manos en señal de victoria mientras la ayudante de Brooklin lo ayudaba a levantarse. En cambio, Gato bajó el ring como si los golpes que tuviese no le dolieran y con chulería, sudado y lleno de sangre, llegó hasta mí. Tomó sin preguntarme la toalla que llevaba en la mano y se limpió el pecho los restos de sudor mientras me observaba con esa sonrisita que me daban ganas de borrarle del rostro.

Y ahí fue cuando empezaron a darme arcadas por verlo de esa forma.

—¿Estabas preocupada por mí? —preguntó elevando su ceja y mirándome con aquellos ojos que asustaban.

Pero yo solo tenía ganas de agarrarle el cuello para que dejara de ser tan ególatra.

—Que te follen —contesté apretando los dientes.

Cuando fui a girarme, la mano de él se colocó sobre mi cintura, pegando su pecho duro en mi espalda. Nuevamente, sus gruesos labios rozaron el lóbulo de mi oreja y sentí como mis piernas flaqueaban por aquel gesto.

Parecía darle igual que la gente nos viera. Él estaba muy cerca de mí, tocándome la cintura, sin ir a ninguna zona prohibida, pero dejándome acalorada por como sus largos dedos acariciaban la tela de mi falda.

Y susurró;

—Me gusta que lo hagan. Tenlo en mente, Felina.

Se marchó de mi lado, dejándome peor y teniendo que volver a recordar como se respiraba.

Volví a girarme para observarlo y sus ojos, tan duros, me analizaron cuando de pronto su rostro cambió drásticamente. Su chulería desapareció, para aparecer la seriedad y el miedo en sus ojos. Parecía que había visto a un espectro detrás de mí y cuando miré a mis espaldas para ver que es lo que le había hecho cambiar de gesto, lo comprendí.

GATO: Deséalo y perderás [+18] ✔️ (COMPLETA)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon