capítulo nueve

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- ¡¡Oh Dios!!

Y allí estaba yo, brincando en la cama como si de un canguro me tratase. La diferencia es que si me resbalo por brincar como boluda se nos rompe la pata

- ¡Santo Dios, mujer! ¿Puedes calmarte? - escuche decir a Claudia intentando agarrarme de las piernas en contra de mi voluntad

- ¡No! - exclamé entre risas. No podía con la emoción acumulada, me sentía como una niña pequeña que acababa de comprarse un juguete

- ¿Qué te tiene tan emocionada? - preguntó Tory mirandome analizandome de pies a cabeza pero pero yo seguía saltando

- ¡¡Lucas me invito a una cita hoy a las siete de la noche!! - respondí para luego tirarme sobre mi cama con los brazos extendidos

Dios ¿Esto es el paraíso? Que lindo

- ¿Dijiste siete de la noche? - preguntó Katie extrañanda

- Sí ¿Por qué?

- ¡Son las cinco, bebé! - abrí mis ojos como platos y rápidamente me levante de la cama

¿Me bañe? ¿No me bañe? Esperen... no, si me bañe. Gracias a Dios que me bañe hoy

- Mierda mierda mierda - maldecí. ¿Eres estúpida o te haces, Vic? ¿Sabes lo mucho que dura una mujer en cambiarse?

- ¡Hey! - exclamó Claudia cuando le tire una de mis prendas de vestir tratando de buscar un vestido

- Lo siento - Katie me agarro de los hombros con brusquedad dedicandome una mirada penetrante y decidida

- Claudia te quedas y Tory trae mi caja de maquillaje - señaló a Tory y esta asintió

- Hagamoslo - exclamó Claudia dirigiendose donde estabamos

Katie empezo a sacar todas las prendas de mi equipaje tirandolas a cualquier lado de la habitación. Bufé

¿Qué clase de persona normal hace eso? Nadie.... bueno, a excepción de unas cuantas

- Veamos.... - y de un momento a otro giro su cabeza lentamente hacía mí y con una ceja arqueada pestañeando varias veces. ¿Eh?

- ¿Qué?

- Vic.... ¿Cómo es que tienes un maldito calzón de Star Wars?

- ¡Oye! No digas eso en público, me lo regalo mi abuelita - reproche

Aunque la verdad no sé ni para que lo traje, si ni media nalga entra allí

Claudia y Katie negaban mientras me miraban con decepción, amargura y... ¿Por qué diablos me miran así? Malnacidas

- ¡Aquí la traigo! - entró Tory con una enorme caja de maquillaje. Negué

¿Cómo es posible que Katie pueda traer todo eso a una casa de campo?

- Luego hablamos de eso, ahora ven - dijo Claudia tomandome de los hombros y sentandome en la cama

- ¿Qué paso? - preguntó Tory

- Es que tiene un maldito calzón de Star Wars

"EL CHICO DE LOS OJOS VERDES "Where stories live. Discover now