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—Minhee, no juegues con la comida.

Su padre lo regañó y Minhee gruñó con molestia.

—No tengo hambre.

—¿Por qué no? —Su madre le preguntó, con preocupación. —¿Quieres que te haga algo en especial?

—No, gracias, no voy a comer.

Minhee alejó el plato y se levantó de la mesa.

—¿Qué te ocurrió ahora? —Quiso saber su padre. —De una te digo que si vas a empezar con tus teatritos como el año pasado, procura que está vez si te resulten y solo gastamos en el funeral.

—Minhyuk. —Mina le dio una mala mirada a su esposo. —No le digas esas cosas, basta.

—No me voy a matar porque yo no te hago favores a ti, señor Kang.

Minhee sonrió de forma hipócrita y se fue a lavarse los dientes, tenía una clase muy importante a primera hora y se le estaba haciendo tarde.

—¿Qué le pasará?... —Murmuró su madre. —Él había estado comiendo muy bien, hasta me pedía más, saben que es muy glotón.

—Anda con una de sus punzadas de culo seguramente. —Su padre rodó los ojos. —Le dan por temporadas. No lo hubieras dejado levantarse de la mesa, a mí de pequeño no me dejaban levantarme hasta que me comiera todo.

—No, Minhyuk. ¿Acaso no escuchas todas las cosas que dice Luda? Dios.

—Esa es otra loca como Minhee, pura gastadera de plata a lo pendejo.

—Ustedes con Minhee han sido demasiado complacientes, siempre lo dejan hacer lo que quiere y le cumplen todos los caprichos. —Yeosang alzó la ceja y tomó jugo. —No quiero decir nada, porque a final de cuentas es mi hermano... Pero ustedes han sido muy complacientes con él. ¿No se acuerdan cuando yo casi repruebo física y mi mamá me lanzó el vaso de la licuadora y se rompió? —Mina se rió un poco. —¿Y te ríes? De paso me diste más duro porque se rompió. ¿Yo qué culpa tenía? Esa vaina se rompió sola.

—Es distinto, Yeosang... Antes no sabía que eso que hacía contigo era un error.

—¿Error? A mí me pegaron toda mi vida y soy un hombre de bien, a Minhee le faltan unos buenos golpes con el cinturón.

—Minhyuk, le pones una mano encima a alguno de mis hijos y nos separamos.

El señor no dijo nada, se concentró en seguir comiendo.

Minhee regresó, con su bolso y habló:

—Ya me voy.

—Espera que terminé de comer para llevarte en el carro.

—No, tranquilo, Yeosang.

—Minhee... —Su madre se levantó y se colocó frente a él. —¿Qué pasa?

—¿De qué?

—No quieres comer nada desde hace semanas... ¿Estás bien?

—Terminé con Eunsang, solo es eso.

Hubo un silencio incómodo, pero el padre de Minhee lo rompió con sus comentarios de mierda.

—Bravo, ya era hora. No me gustaba para ti.

—¿No te gustaba para mí o no te gustaba que fuera hombre?

—Ambas, a ver si ya me traes una niña, ¿no? Y de una vez te digo que si tus calificaciones van a comenzar a bajar por este accidente, ni te molestes en llegar a casa porque no quiero inútiles aquí. Eres un Kang, actúa como tal y deja de ser un inservible, ¿no ves a tu hermano? Sé como él.

the smoothie guy: i still love you! ⁕ hamlemWhere stories live. Discover now