Pero como dijo antes, que no había encontrado a Lin Zhan, durante este tiempo sus padres jamás lo volvieron a contactar. Ahora ni siquiera estaba seguro de que si todavía existía ante sus ojos. 

Tal vez, perdieron la esperanza de que encontrara a Lin Zhan. Por lo que también, desapareció como Lin Zhan. 

A veces envidiaba a Lin Zhan, han pasado diez años y Lin Zhan tal vez ya no tenga problemas con esta clase de relación. 

Miró a Ding Ji, quien estaba publicando nuevamente en Momentos, y estimaba que las fotos que fueron tomadas en todo el camino, ya fueron subidas. 

Tan hablador. 

Afortunadamente puede tener una nueva vida, y dentro de ella estaba Ding Ji y nuevos compañeros de clases. 

Aunque alguien casi se metió en una pelea, tan pronto como se registró. 

. . .

Cuando los dos llegaron a la entrada de la cafetería, ya habían muchos estudiantes. 

—¡Aquí! —Lu Le agitó la mano. 

Cuando Ding Ji miró, se congeló. De pie y junto a Lu Le, estaba el hombre perfumado que acababa de conocer en la entrada de las escaleras. 

—Maldita sea —susurró Ding Ji: —estaba hablando de él hace un momento. 

—¿Es el que huele bien? —Lin Wuyu reaccionó de inmediato. 

—Sí —dijo Ding Ji. 

—Lo voy a oler—dijo Lin Wuyu. 

—...¿No dijiste que eras susceptible solo al olor de la carne? —Ding Ji lo miró. 

—Presentémonos todos —Lu Le estaba muy entusiasta y señaló al hombre perfumado: —Él es Li Ruichen, te lo acabo de mencionar por teléfono. 

—Mm —Ding Ji le sonrió a Li Ruichen. 

—Ellos son Ding Ji y Lin Wuyu —dijo Lu Le: —Hay algunas personas que son del dormitorio de al frente, y que están por llegar. 

Li Ruichen todavía tenía el mismo olor que antes. Pero, debido al gran espacio, la fragancia no era tan fuerte. Ding Ji de repente se preocupó un poco de que alguien como Lin Wuyu, que tenía una nariz tapada, pudiera olerlo. 

—Cuando estaba yendo hacia el dormitorio, en ese momento. —Li Ruichen miró a Lin Wuyu— ¿nos vimos? 

—No lo sé —respondió Lin Wuyu con sinceridad. 

—Sí —dijo Ding Ji.

Li Ruichen luego giró la cabeza para mirarlo y sonrió: —Te recuerdo. 

Ding Ji le sonrió falsamente. 

—Tendremos entrenamiento militar en dos días —dijo Lu Le: —traje algunas toallas sanitarias y las compartiré con todos más tarde. 

—...¿Qué? —Ding Ji sintió que había escuchado mal. 

—No las quiero —dijo rápidamente Li Ruichen. 

—Para que las coloquen en sus zapatos —dijo Lu Le: —¿No es esta una experiencia entregada por los que vinieron antes que nosotros? además, absorbe el sudor, no deja mal olor y es cómodo. 

—Oh —Ding Ji recobró el sentido. Había oído hablar de eso, pero Lu Le dijo esto de forma tan repentina. 

—Regresemos y distribuyámoslo. Un paquete por persona para estar preparados y no importa si lo usan o no. Solo es en caso de que lo necesiten —dijo Lu Le. 

FISHCHICKENWhere stories live. Discover now