Capitulo 36

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La sensación de separarse espontáneamente. 

Lin Wuyu sintió que los músculos de su espalda se contrajeron

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Lin Wuyu sintió que los músculos de su espalda se contrajeron. Y solo entonces, tuvo que afirmar bien su cuerpo, para que no retrocediera ante el repentino abrazo de Ding Ji. 

Le tomó otra milésima de segundo dudar y antes de que Ding Ji se sintiera avergonzado, se acercó y lo abrazó, dándole dos palmaditas en la espalda: —No es nada. 

Ding Ji suspiró y soltó sus brazos: —¿Tienes que ser tan educado? 

—El gracias siempre es primero —dijo Lin Wuyu. 

—Tu habilidad con la plastilina, a primera vista, se parece a la una bola de masa que está a punto de destrozarse dentro de una olla —Ding Ji miró el pollito negro en la palma de su mano— No es fácil moldear esto en unos pocos días...y tampoco es fácil adivinar qué es si no me hubieses dado una pista. 

—¿Me estás halagando o menospreciando? —Lin Wuyu lo miró. 

—Te estoy halagando, pero no puedo evitar menospreciarte —Ding Ji sonrió— Es realmente...demasiado feo, no me digas que cuando sobas una masa creas un polígono, ¿verdad? 

—Entonces lo cambiaré —Lin Wuyu sonrió. 

—No —dijo Ding Ji— Ya lo hiciste, sin cambios. Pero deja que mi abuela lo vea. 

Ding Ji tomó el pollito de plastilina y fue a la cocina. Lin Wuyu después, pudo escuchar la risa de la abuela. 

—Vaya, ¡que habilidad de la pequeña hada! —gritó muy felizmente la abuela— Mira anciano Ding, ¿Puedes adivinar que es esto? 

—¿Una bola de arroz glutinoso con sésamo? —dijo el abuelo. 

Lin Wuyu no pudo contenerse, y comenzó a reír mientras salía de la habitación. 

—¡Es un pollo! ¡Realmente no me lo esperaba! —La abuela estaba muy orgullosa. 

Cuando Lin Wuyu caminó hacia la sala de estar mientras reía, agregó otra oración: —Mira, mira, además es un pollo negro. 

Ding Ji estalló en una risa frenética y se agarró del estomago, mientras se dejaba caer sobre el sofá. 

Lin Wuyu tampoco pudo controlar su risa. Se sentó en el apoyabrazos e incluso, las lágrimas brotaron debido a la risa, por lo que tuvo que inclinarse y secarse los ojos. 

—Ay... —Ding Ji se rió durante mucho tiempo y finalmente regresó un poco en sí. Su rostro estaba rojo mientras se sentaba lentamente y luego se inclinó hacia Lin Wuyu, susurrando: — oye, mi abuela no quiso reírse de ti...

—Lo sé —Lin Wuyu no pudo evitar reír por un momento después de hablar. 

—Pero, todavía tengo una pregunta —Ding Ji miró el pequeño pollo negro en su mano— Me regalaste un pollo así. No me importa si lo haces, pero solo quiero preguntar ¿Por qué es negro? 

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