capítulo 3: ¡¿Esos son tus quirks?!

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Narró yo

Una nueva mañana un día hermoso, un bello amanecer, se podía decir que cualquier persona que estuviera mal humor lo alegraría al instante........ Pero no al pecoso. Eran las 7:00 am y la alarma de su celular sonaba para despertarlo pero de muy mal humor agarró su celular y lo aventó hacia la pared, se acostó de nuevo y se dió cuenta de la pendejada que había hecho.

- genial, me va a matar - se levantó de su cama y fue a donde estaba el celular roto, suspiro de verdad que lo iba a matar su hermana.

- ¡Maldita sea, izuku despiértate o te iré a despertar! - grito de mal humor su hermana.

- ¡Ya te oí loca! - grito mientras tiraba los últimos pesados del celular en el bote de basura de su cuarto.

La misma rutina de todos los días, bueno lo del celular se podría decir que no lo tenía planeado pero bueno ya estaba arto necesitaba un descanso.

Se fue hasta el baño y se miro en el espejo.

Narra izuku

¡Hay dios!, Me levanté el cabello para lavarme la cara y ví que tenía unas ojeras muy marcadas peores que las de Aizawa -sensei, no puedo creer esto solo me desvelo para hacer la tarea y me salen estás ojeras pero cuando miro mi celular a las tres de la mañana no, estaba vida es extraña, pero lo bueno es que puedo ocultarlo con mi cabello. Me bañe rápido y me aliste lo más rápido ya que necesita ir al centro comercial a comprar otro celular además de escaparme cuando mi hermana se ponga furiosa conmigo.

- buenos días hermana - me fui hasta el refrigerador para ver qué comía, estaba nerviosisimisimo.

- y a ti qué te pasa? - me dijo con preocupación mientras comía cereal en la mesa - ah, ya se no me digas -.

Me voltee para decirle que tenía que ir al centro comercial por lo de mi celular, pero veo que ella se levantó de la mesa trayendo una caja hacia mi.

- toma - me acerco la caja - escuche lo que pasó hace ratos así que lo vas a necesitar - me sonrió, ese gesto hizo me causara un escalofrío.

Dude de abrir la caja porque de verdad se me hace raro que mi hermana me regale algo, además no es el día de los inocentes, pero confío en mí hermana, no creo que sea nada malo?, Verdad?.

Narró yo

El pecoso abrió poco a poco la caja y se quedó en shock por el contenido, era un celular de nueva generación y uno extremadamente caro.

- ¿Qué..... qué..... qué.... significa es..es.. ésto? - miro a su hermana con miedo y a la vez con desconfianza.

- jajaja hay hermanito - se rió por el comportamiento de este - es un regalo para ti, te lo quería dar desde hace unos días pero no encontraba como pero escuche que la alarma de tu viejo celular sonó y también cómo se rompió así que te lo doy ahora porque se que lo necesitarás - le acaricio la cabeza y le dió un abrazo.

El pecoso no sabía si era una broma o de verdad estaba pasando, así que no dudo y la abrazo. Si puede que se griten, peleen, digan de cosas o se molesten pero ellos no lo hacen para joderse si no porque haci se llevan y se quieren mucho sin importar lo que hagan.

- gracias, loca - abrazo fuerte a su hermana.

- de nada, bruto - también lo abrazo fuerte.

El abrazo no duró mucho pero para ellos fueron como horas, así se separaron y siguieron haciendo lo suyo.
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- oye Inko - hablo el pecoso mientras comía cereal.

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