Capítulo 2

1.6K 246 27
                                    

No había manera de que Jungkook se estuviera sintiendo culpable. Uh-uh.

No.

Eso no sucedía.

¿Por qué tendría que sentirse culpable? No le había pedido al chico que lo siguiera a casa. No le había pedido a Yoongi que durmiera fuera de su puerta, y ciertamente no la había pedido a Yoongi que se desnudara en su baño.

«Desnudo y empapado, idiota».

Jungkook apretó sus dientes ante la imagen de su compañero de pie allí gloriosamente desnudo. Intento no verlo... pero lo había visto. ¿Y qué si Yoongi era hermoso? ¿Y qué si Yoongi era justo de la manera en la que a Jungkook le gustaban sus hombres, pequeños y delgados? ¿Y qué si su compañero tenía un hermoso pene incircunciso? Nada de eso importaba.

Todo lo que Jungkook quería era paz y tranquilidad. Bueno, técnicamente podría tener eso con Yoongi siendo mudo.

Yoongi.

El nombre sabía bien en su lengua. Jungkook se preguntó como, su compañero, se había quedado mudo. Sacudió su cabeza para borrar la desamparada imagen del hombre. No le importaba.

No, para nada.

Jungkook gruñó mientras se abalanzaba y abría la puerta. Salió disparado del apartamento para correr calle abajo hasta que descubrió a su compañero apoyado en el coche de un vendedor, mirando a alguien comerse un Gyro. Yoongi se lamió sus labios como si se estuviera imaginando cada bocado.

Jungkook gimió.

Sin preocuparse por lo que el hombre pensara, Jungkook aferró a Yoongi alrededor de la cintura y lo tiró sobre su hombro. El chico no protestó. Sólo se aferró a la chaqueta de Jungkook para evitar caerse. Jungkook sacó los pocos dólares que tenía y compró uno para Yoongi. Llevando a su compañero a su apartamento, Jungkook dejó caer a Yoongi sobre la cama y entonces empujó la comida hacia su cara.

—Aquí tienes, cómelo. —'Brusco, pero efectivo'.

Yoongi le arrebató el Gyro a Jungkook y lo desenvolvió, devorando la mitad de la maldita cosa en exactamente dos segundos. Jungkook se sorprendió cuando Yoongi se levantó de la cama acercándose y sosteniendo la otra mitad hacia él.

—No tomaré la comida de tu comida —Jungkook refunfuñó con los dientes apretados. Mierda, no quiso sonar como si se preocupara por él porque no lo hacía.

No, en absoluto.

Yoongi empujó el Gyro otra vez hacia él, sus labios apretados en una enojada línea. Sus ojos azules desafiaban a Jungkook a que discutiera.

Bueno, su compañero iba a estar decepcionado.

—No tengo hambre. Sigue adelante y termínalo. —Jungkook se sentó en la cama, quitándose sus botas. Ahora tal vez podría conseguir esa taza de café que necesitaba. El café ya estaba molido, pero aun no lo había preparado. Antes de que pudiera enderezarse con la bota en la mano, un pedazo de Gyro fue empujado dentro de su boca.

Jungkook se enderezó, listo para gruñir y gritar cuando notó que su compañero lo observaba con una mirada satisfecha en su cara. Yoongi cortó otro pedazo y, entonces, se apoyó en el regazo de Jungkook y lo empujó entre sus labios. Jungkook estaba demasiado asombrado por su audacia como para protestar. Todo que pudo hacer fue masticar obedientemente.

Vio como Yoongi bajaba sus ojos, apoyaba el pan pita sobre la cama, entonces, levantó su pierna y se sentó a horcajadas sobre él. Esto era demasiado. Los impulsos surgieron de repente, impulsos que no había sentido durante años.

La ira de un hombre- KookgiWhere stories live. Discover now