PRÓLOGO

277 27 10
                                    

LAZOS DE SANGRE

PRÓLOGO

AÑO 1258

(6 AÑOS ATRÁS)

________________________________________________________________________________

Un hombre de mediana edad, con pelo corto y oscuro, barba negra, vestido con traje de tela color púrpura con hombreras blancas y una capa blanca igual, se veía cansado y agitado, su cuerpo tenía señales de haber estado en medio de una batalla, cortes dejaban a la vista hilos de sangre que recorrían sus ropajes y en su mano sostenía una espada, pero no una común de metal, sino una hecha de magia, transparente y de color naranja. El hombre estaba sentado sobre una roca, descansando, sujetaba su pecho y respiraba con la boca abierta para tomar todo el aire posible, a su alrededor había cuerpos de varios demonios de muchas formas, pequeños y calvos, de mediano tamaño, con garras y dientes filosos, otros que parecían carbón apagado, lobos, murciélagos con poco pelo etc....

-Okey... fiu..., sin duda estoy un poco fuera de forma pero, fue divertido jeje...- Bromeó Él levantándose por fin y mirar a su alrededor, su hombro dolía y sintió como su espalda tronaba apenas la giraba un poco, estiró su brazo el cual hizo un sonido más al tronar lo que le hizo dar una mueca de dolor ligera –Sí, nunca me sentí mejor....- Comentó él sobando su parte baja de la espalda y haciendo círculos con su hombro, se disponía a retirarse cuando escuchó algunos sonidos provenientes de una cueva frente a él a no mucha distancia, gruñidos y algunos gritos estrepitosos llamaron su atención, el hombre suspiró algo irritado y cansado de otra pelea más pero se dio la vuelta y plantó cara en esa dirección de donde provenían los gritos.

De una cueva a no más de 10 metros de su posición salieron una nueva multitud de demonios, muy parecidos a los que él había combatido no hace más de 5 minutos, eran un número similar al anterior, al menos 80 contó él pero estaba algo cansado para recordar exactamente a cuántos había matado antes, ahora había decenas, probablemente un centenar, él solo se quedó ahí observando a los enemigos pasar a sus lados hasta rodearlo por completo, varios con forma de lobos de pelaje rojizo, otros que parecían reptiles de piedra encendidos en fuego y algunos como serpientes de 2 cabezas, igual habían unos cuantos murciélagos grandes que se burlaban de él.

-Okey, esto se puso interesante de nuevo- Mencionó él y cambió la espada, que tenía en su mano con un chasquido de sus dedos, por un arco transparente de color naranja como su espada, igual las flechas que usaba en este, ambos hechos de magia pura.

Él se encontraba listo pero curiosamente ninguno de los demonios le atacaba o se le acercaba, esto le daba mala espina al hombre y luego entendió por qué, poco después que salieron los demonios pequeños, de la misma cueva surgieron 3 figuras más, el hombre se quedó un momento impresionado al ver a estos tres nuevos seres, uno de ellos estaba cubierto en llamas en su totalidad, tenía 4 brazos y era al menos dos veces su tamaño, el segundo tenía una estatura similar a la suya, desprendía un humo morado de todo su cuerpo y usaba una máscara de piedra que solo dejaba ver sus ojos rojos, incluso vestía de ropa elegante y en sus manos con garras tenía 2 sables de hoja curva, el tercero tenía una lanza en su mano y vestía una armadura negra rodeada por alambre de picos, su rostro parecía quemado y tenía solo un ojo, cargaba de igual manera un amplio escudo en la otra mano y daba una estrepitosa risa mientras golpeaba el escudo con su lanza a manera de tambor de guerra.

-Oh Jonathan, ¿A qué clase de fiesta aceptaste venir está vez?, jeje, bastardo, sabía que algo tramabas- Se dijo a sí mismo el hombre y apuntó su arco a la figura con los dos sables que estaba en medio de los demonios –Escuchen feos, les propongo algo, si vuelven a su cueva ahora y no regresan entonces yo no los mato, ¿Qué dicen eh?, ¿tenemos un trato?- Preguntó él pero el demonio de la espada le señaló con una de sus hojas y los otros demonios empezaron su ataque contra él –Siempre tiene que ser por las malas- Soltó la flecha a ese demonio espadachín pero este solo bloqueó la flecha con uno de sus sables.

LAZOS DE SANGREWhere stories live. Discover now