Siete

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Harry tallaba sus ojos en un intento de desperezarse, estaba muy agotado y tenía aún mas ganas de dormir en su cama calientita, pero sentía que ya había sido demasiado.

Miró su pijama azul cielo de osos e hizo una mueca, levantándose para vestirse con algo más "normal".

— Buenos días mami — Saludó a Anne en la cocina con un beso en la frente.

— Hola cariño, ¿Dormiste bien?

— Ujum — Mordió una tostada — Estaba cansado. No quiero imaginarme a Louis, seguro soy una carga para él cuando estoy así — Bajó la mirada a su plato e intentó seguir comiendo, ese día se sentía especialmente mal.

— Tonterías tuyas amor, Louis está encantado contigo — Ella dejó lo que estaba haciendo y sonrió — Es que si supieras cuantas veces me rogó para conocerte, quedarías impresionado.

— Tal vez... Tu sabes, le dí lástima.

Anne se giro y vio a Harry mordiendo su comida despacio. Se acercó a él y lo abrazó, dándole calma.

— Harry, no le das lástima, el te quiere, yo te quiero, Marlon también... Somos las personas que estamos en tu vida por que te queremos de verdad y lo sabes.

El rizado suspiró y reprimió las lágrimas que intentaban salir.

— Lo siento mami, ya se, es que a veces... No lo sé yo solo...

— Shh ya, entiendo — Besó su cabello — Es normal tener días malos y sentirte mal a veces amor, pero no dejes que eso te domine siempre, eres valiente, y sabes que te amamos, ¿O no?

Harry se encogió de hombros y sonrió cuando cuando Anne le apretó la mejilla algo fuerte.

— ¿O no, Hazz? — Repitió.

— Si Ma, ya entendí.

Ella dejó un último beso y lo dejó terminar su desayuno, luego Harry decidió tomar sus clases y hacer tareas, estaba un poco retrasado y no quería hacer enfadar a sus profesores privados.

Louis peinó su cabello de lado y acomodó las frituras en su mano mientras tocaba la puerta de la casa de Harry

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Louis peinó su cabello de lado y acomodó las frituras en su mano mientras tocaba la puerta de la casa de Harry.

Había salido de la escuela decidido a pasar una tarde de películas con el pequeño rizado, no importaba si eran para niños o esas que le gustaban, el solo quería pasar tiempo con él.

Esperó paciente hasta que unos pasos se oyeron al otro lado, creyó que era Anne, pero se le corto la respiración cuando vio a Harry detrás de la puerta.

Vestía unos pants simples, una sudadera negra y estaba descalzo. No esperaba encontrar a Harry fuera de su little space, así que se puso nervioso y comenzó a abrir y cerrar la boca si saber que decir.

— Eh... Yo, Hola, es que vine a verte y uh, traje frituras para ver películas. — Le enseñó los paquetes y Harry le sonrió.

— Hola Louis, me encantaría ver películas contigo. — Se hizo a un lado para que el ojiazul pudiera entrar y cerró la puerta detrás.

— Y... ¿Cómo estas hoy? — Preguntó Louis.

— Estoy bien, estaba solo, así que tu compañía me cae perfecto.

Louis asintió y secó sus manos sudadas en su pantalón, vio a Harry ir a la cocina y regresar con dos bebidas en vasos, era un refresco y un jugo de naranja.

— ¿Quieres... Que vayamos a tu habitación? — preguntó el ojiazul apuntando a la puerta del menor.

— Oh, no, me gustaría más aquí — Le sonrió y se acomodó en el sofá, mirando a Louis e invitándolo a sentarse.

— Está bien pequ... Harry — Se corrigió de inmediato.

El rizado sonrió de lado con cierta timidez.

— No me molesta.

Louis se sentó aún lado de Harry, un poco separado, y de verdad se sorprendió cuando Harry se recorrió unos centímetros, quedando pegado a él.

Es tan lindo, pensó Louis, y quiso abrazarlo y besarle el cabello como usualmente lo hacía.

Pusieron una película que le gustaba a Harry, y casi no hablaron, había un silencio cómodo y ambos se sonrojaban cuando sus manos se tocaban por accidente dentro de las bolsas.

Harry se removió y quedó con su cabeza recostada en el hombro del ojiazul, Louis ladeo un poco la cabeza para verlo y sonrió cuando lo notó dormitar y tratar de acomodarse sobre él.

— ¿Quieres... Ir a tu habitación? — Le preguntó.

— ¿Uh? Si — Tallo sus ojos y se enderezó — ¿Quieres dormir conmigo un ratito?

Louis asintió sin pensarlo y Harry lo tomó de la mano con cautela para ir a su habitación.

Ambos se recostaron en cada orilla y se taparon con una manta delgada, Harry se había quedado pensativo mirando a su alrededor.

— Gracias Louis — Habló de repente, luego se miraron fijamente — No te alejaste de mi cuando me conociste.

Louis se giro de frente a él y se acercó un poco para quitarle algunos mechones de cabello de la cara.

— ¿Quién querría alejarse de ti cuando te conoce, Hazz? Eres tan bonito.

Y me gustas...

Harry sonrió y se acercó también, ya pudiendo sentir el calor corporal de Louis.

— Me gusta estar contigo, de todas maneras — Dijo el rizado y se acurrucó en el pecho de Louis, era su lugar favorito.

El ojiazul sonrió y no trató de esconder la emoción en su pecho, siendo que, se sintiera feliz de que Harry lo quisiera con el de sus dos formas.

bubba bear • larry softWhere stories live. Discover now