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Por aquél largo pasillo se escuchaban algunos golpes de una puerta y los constantes llamados de una suave voz — holaaa, ¿hay alguien aquí?— aquella chica de baja estatura llamaba sin parar esperando a que alguien saliera y la tendiera, pero por má...

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Por aquél largo pasillo se escuchaban algunos golpes de una puerta y los constantes llamados de una suave voz — holaaa, ¿hay alguien aquí?— aquella chica de baja estatura llamaba sin parar esperando a que alguien saliera y la tendiera, pero por más que lo intentaba no hubo respuesta alguna, ya estaba cansada de llamar y llamar, sin que nadie le responderá “¿en donde te habrás metido?” se pregunto la femenina mientras tomaba su teléfono y marcaba un número en específico, después de varios tonos se dio cuenta de que el teléfono se escuchaban desde el otro lado de la puerta; indignada piso con fuerza y se fue molesta, con aquellas mejillas infladas y el ceño fruncido.

Las chica bajaba las escaleras con rapidez y furia de haber perdido su tiempo con alguien que la ignoro y en un descuido de su parte, chocó con alguien más alto que ella —oh disculpa— dijo frotándose la cabeza por el golpe que había recibido, la de mechones blancos miro de reojo a la persona con la que había chocado, para así quedar en shock.

—Haru......— dijo viendo a su hermano mayor, estaba descuidado y parecía un vagabundo, el olor a sigarrillo era abrumador y al parecer no dormía bien, lo cual la preocupó —oh, hola senju—dijo el de mechones blancos, mientras subía las escaleras dándole la espalda a su hermana menor. Senju no sabía que estaba pasando, solo que repentinamente recibió varios mensajes de sanzu, desciendo que *quería verla*.

Cuando entro al departamento de sanzu, pudo ver, envase de ramen y de sopas instantáneas por todos lados, latas y algunas cosa de dudosa procedencia, el lugar estaba sucio y oscuro, solo el televisor estaba encendido. Sintió lástima por su hermano, era la primera vez que lo veía en ese estado tan lamentable, la de mechones blancos volteo a un lado viendo a su hermano sentado en el sofá comiendo como si nada.

—no tienes algo que decir— dijo cruzada de brazos, sanzu la miró y levanto una ceja confundido, para luego encogerse de los hombros e ignorarla —no vas a decir nada....¡me llamaste la las tres de la madrugada, diciendo que te sentías mal y que querías verme! ¡Y ahora solo me ignoras!— bufo con molestia.

La chica obstinada de que su hermano la ignorase, camino con rapidez y habrío las cortinas dejando entras los cálidos rayos del sol, algo que a Sanzu le molestó mucho ya que casi lo deja ciego —ve a bañarte te ves horrible, mientras tanto yo limpiaré este desastre y después hablamos— dijo la femenina empujándolo hacia el baño.

Después de un rato Sanzu salió del baño, entrando a su habitación. Mientras se colocaba la ropa limpia, comenzó a cuestionarse de porque había llamado a su hermana y estaba en poco avergonzado por ello.

Cuando salió, observó que todo ya estaba ordenando y limpio, y que senju estaba en el sofá comiendose el ramen que había dejado en la mesita.

—Hey, yo me iba a comer eso— dijo mientras se secaba su larga cabellera con una toalla —por cierto, encontré esta cosa, entre unos papeles. ¿Quieres que me deshaga de el?— dijo mientras le extendía un conejito de peluche, sanzu habrío los ojos como platos en cuanto lo vio, arrebatadoselo de inmediato.

Ese peluche significa todo para el, era un preciado recuerdo de aquella persona con la que se sentía el mismo, aquella persona que no se burlo de sus cicatrices, el cual lo hacía sentir una cálides en su corazón y que probablemente ahora mismo lo debe estar odiando.

Senju observó cómo sanzu sonreía al ver aquel peluche, era una sonrisa genuina la cual nunca había visto y ahí fue cuando entendió todo, su hermano Haruchiyo estaba enamorado.

—¿quieres salir un rato y hablar?—
Sanzu asintió, dejando el peluche con delicadeza en un estante. Tomo su chaqueta y sus llave, para salir con su hermana.

— así que le mentiste diciendo que eras una mujer ¿solo por una estúpida broma?— dijo la femenina caminando a un lado se su hermano, sanzu solo bajo la cabeza arrepentido de haber hecho lo que hizo.

—la culpa de haber lástimado aquella personas, no me deja dormir por la noche— ahora senju entendía porque tenían aquellas bolsas negras debajo de los ojos.

Su relación con Sanzu nunca fue la mejor, pero le dolía verlo de esa manera, después de todo era su sangre y la persona la cual la defendió de no ser lástima en aquel entonces.

Sanzu sacó de su chaqueta un cajetilla de sigarrillo, lo cual hizo que la de mechones blancos se molestará —deja de hacer eso, te pareces a takeomi— sanzu volteo mirando a su hermana la cual, estaba molesta —me relajan y deja de hacer esa cara que te vas arrugar— dijo mientras se sentaba en una banca, para así terminarse el sigarrillo. Sanzu bajo la mirada, viendo a una fila de hormigas pasar juntos a sus pies, eran tan pequeña he insignificantes que les provocaba pisarlas pero no lo hizo.

—¿porque las cosas tuvieron que terminar de esta manera?— dijo para si mismo, soltado una gran cantidad de humo.

—¿y porque no vas y te disculpas?— escuchó decir eso a su hermana volteando, encontrándose con su misma mirada y aquella ojos turquesas ligeramente claros. El de mechones blancos pensó muchas veces de ir a la casa de hanagaki y pedirle disculpas, pero su miedo de ser rechazado y que aquellos azules ojos lo miren con desprecio, le impedían ir a verlo.

Sanzu se levantó y comenzó a caminar, dejando a senju atrás, mientras ella solo le decía que se detuviera pero simplemente no lo hizo. Camino por un largo periodo de tiempo sin rumbo alguno. Su cabeza no podía parar de dar vueltas, pensando en como remendar el error que había cometido.

senju ya estaba cansada de seguirlo y estaba a punto de irse, hasta que vio que el de mechones blancos se detuvo, para así entrando a una pequeña tienda de ¿antigüedades?.

¿Pero qué rayos le pasaba por la cabeza? Se preguntó senju, mientras lo esperaba afuera del lugar.

Cuando salió fue detenido por ella, la cuál se veía muy confundida por el extrañó comportamiento de su hermano mayor —¿porque entraste ahí?— sanzu sacó una caja y le mostró lo que había adentro. Senju se sorprendió al ver lo que había ahí dentro.

—solo lo vi y pensé en el—

—solo lo vi y pensé en el—

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Nota:
H

ola gente bonita, espero que les haya gustado:)
Me disculpan si el capítulo tiene algún error ortográfico.

ola gente bonita, espero que les haya gustado:) Me disculpan si el capítulo tiene algún error ortográfico

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 ❛.(𝗜)- 𝗟𝗨𝗦𝗜𝗢𝗡𝗘𝗦 - 𝗌𝖺𝗇𝗍𝖺𝗄𝖾 𝗮𝘂. Where stories live. Discover now