Grace se atrevió a mirarlo a los ojos, él la veía con tanta emoción, como si fuera la cosa más extraordinaria. Pero ella no sabía que contestar, no sabía ni cómo actuar. Antes de que fuera abierta la puerta ella se encontraba más que entusiasta por verlo. Hasta el  miedo la había dominado, pensó que él se podría mostrar molesto con ella por esos largos meses creyendo que estaba muerta, hasta había armado unas notas mentales de lo que quería decirle. Pero ahora no era capaz de recordarlas.

—Perdón.—murmuró, y se rasco el mentón al darse cuenta de lo vacío que se había escuchado esa disculpa.—Me inyectaron Tetrodotoxina B para simular mi muerte.

—Típico de los Fury.—sonrió de lado, y Grace también lo hizo. Pero al verlo bien cayó en cuenta de su vestimenta; chándal y una sudadera blanca. Logan nunca usaba algo tan simple. Siempre, sin importar el momento o el lugar, su porte era elegante. Su sonrisa decayó, y tomó una taza de té para desviar su vista y atención a otra cosa.

—Lamentó si te preocupe.—murmuro antes de beber de la bebida.

—Bueno, no estoy molesto contigo. Con Tony tal vez. Él lo sabía, ¿no?—Grace asintió.—Y me mintió. ¿Por qué no confiaron en mí?

—No lo sé.

—Bueno, lo importante es que estás bien.—la miró tomando una galleta de la bandeja y sonrió, dejando su enojo y rencor a un lado.—¿Cómo es que llegaste a mi puerta, Gigi?


—Estaba por la ciudad.

—¿Y que pasó antes de que estuvieras por la ciudad?—la miró con sus cejas contraídas, percatado de su distante actitud.

—Escapé de la casa en la que llevaba mi rehabilitación por la invalidez que me causó el accidente. Fui tras unos chicos que conocí apenas dos días a Queens. Encontrándome al chico araña que me arrastró a unos asuntos que no debía involucrarme, provocando que Tony casi me envíe con Nick de nuevo. Pero después de que los convencí a ambos que podía arreglarmelas yo sola todo se fue al carajo.—exhaló al terminar y se cubrió el rostro con las manos mientras se encorvaba en sus piernas. Todo había salido, y a penas iniciaba.

Sintió que el sitio a su lado se hundía y las manos de él sobre su espalda dándole una suave caricia reconfortante.

Gigi..

—¡No me llames así!—se lo quito de encima, provocando una mirada confusa por la otra parte.—¡Todo fue tu culpa! Me descubrieron por tu culpa. Todo se arruinó por tí.

—Grace, no se que pude hacer, pero de verdad lo siento.—dijo con suavidad, extendiendo la mano para tomar la de ella.

—¡Deja de aparentar ser tan bueno!—se alejo de él.—Creí que tus miradas y tus palabras ridículas significaban algo. Pensé que yo significaba algo para tí. Y si no fue así no me importa. No soy una tonta niña obsesionada contigo. Ya tengo la suficiente edad para que me de igual con quien duermas. Solo no me sigas tratando como si sintieras algo.

—Lo que siento por tí es real.—le dijo con calma, dando pasos hacia ella.—Lo más real que he sentido en mucho tiempo.

—Si, claro.—espetó con una carcajada sin gracia.—Entonces la hermosísima chica rubia solo era un tentempié hasta que yo me dignara a revivir.

—Estas sacando todo de contexto. Si me dejas explicarte...—la puerta fue tocada de nuevo y ambos miraron su dirección.—Voy a ver quién es y luego te explicaré todo.

INQUEBRANTABLE / THE AVENGERSWhere stories live. Discover now