Capítulo 2||"Entierra tus problemas"

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—¿Quién eres? —le preguntó soltando su mano.

—Un amigo. No te preocupes, todo saldrá bien—la tranquilizó acariciando su mejilla que seguía húmeda por la lluvia, que estaba comenzando a parar.

¿Un amigo? Si ni siquiera sabía quién era.

El misterioso chico la pasó por un lado y observo el cuerpo de Shelby. Todavía no había pasado nadie por la cuadra y eso la ponía nerviosa. Comprobó su pulso y se levantó para volver a mirarla a ella.

—¿Qué sientes? —le preguntó

—¿Eh?

—Acabas de matarla, ¿Qué sientes?

—Yo...eh...no quería hacerlo. —dijo atropelladamente focalizando su mirada en el cuerpo de su ex mejor amiga.

—¿Pero estás feliz ahora? —Daphne volvió su mirada a él y pudo confirmar que sus ojos eran distintos—¿O estas triste?

—Yo no... ¿Quién eres?—repitió confusa.

—Ya te lo he dicho. Un amigo. —suspiró—Estás en shock, se te pasará. Ahora debemos encontrar un buen lugar para esconderla.

Daphne seguía en blanco, se veía como una niña indefensa que no sabía que estaba pasando. El chico frente a ella la analizó y luego de repasarla de arriba abajo, una sonrisa apareció en sus labios, nuevamente.

—Puedes subirte a mi auto, si quieres. Yo me encargaré. —le dijo, haciendo referencia a la lluvia. Aunque no parecía muy contento por eso.Ella volvió su mirada a él, pero no se movió. —O has lo que quieras.

—Quiero que me digas qué haces aquí, quien eres y porque sabes mi nombre.

—Yo quiero muchas cosas, dulzura. Y precisamente esta no es una de ellas—resopló mirando a Shelby—Súbete al coche.

—No.

El joven soltó una risa un poco malévola, que hizo que Daphne retrocediera un paso. No sientió miedo, pero si fue una sorpresa que el chico se acercara a ella hasta quedar frente a frente.

—No te lo estaba pidiendo. Te seré franco, es mejor que nos larguemos de aquí, porque Eldrid es un pueblo que tiene ojos en todos lados.

—Pero...Shelby.

—Muerta, ¿Qué con ella?

—No podemos dejarla aquí, yo no...

—Ya lo se. Por eso debemos movernos. Hay que enterrarla. ¿Escuchaste algo de lo que dije?

—¿Enterrarla? No, yo no puedo, hay que llamar a la policía.

El chico rió—¿Policía? ¿Qué les dirás?

La mente de Daphne era un torbellino de cosas, los recuerdos volvían a ella. La pelea, los gritos, la lluvia, el zarandeo...

—Que fue un accidente. Se tropezó con un charco.

—Me gusta tu forma de pensar rápido. Pero, lamentablemente no harás eso hoy. Ya pasó demasiado tiempo, lo perdiste y no llamaste a nadie. Muy en el fondo, ya habías tomado una decisión.

—¿Qué decisión?

—Aún es muy pronto para que sepas de lo que te hablo. Súbete al coche y pon música. Yo hago el resto.

—Pero...

—Daphne, sube al puto coche. No me hagas repetirlo.

Le hizo caso. No porque quería hacerlo, sino por la situación en la que se encontraba. La tormenta comenzaba a cesar y ella intentaba descifrar si de verdad conocía al chico. Hablaba con tanta gente, que podía ser una posibilidad, pero no lo creía.

MADNESS ©Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt