MADNESS ©

Capítulo 30|| "La elección''

Había pasado una semana desde que sufrió ese episodio. Pensó lo necesario y había tomado una decisión, la correcta según ella. Fue difícil ponerse en una situación neutral para poder ver lo bueno y lo malo de ambos chicos, pero al final su corazón conocía la respuesta.

Saludó a un par de compañeras mientras caminaba por los pasillos, había salido de su última clase y se apresuró a llegar a su casillero. Estaba lloviendo torrencialmente y regresar a su casa sería una odisea. No muchos alumnos asistieron ese día, y casi todos habían salido ya.

Unos brazos la rodearon por detrás y unos labios se posaron en su cuello.

—¿Qué dice la más guapa de toda la escuela?—murmuró en su oído dándole cosquillas.

—¡Ty!! ¡No hagas eso!—rio cuando metió sus manos bajo su blusa—¡Tienes las manos frías!—volvió a reír y cerró su casillero para darse vuelta en sus brazos y darle un corto beso en los labios—Debo irme a casa, Darya quiere hablar conmigo.

—Bueno...te soltaré solo si prometes venir a mi casa después de eso—insinuó haciendo un puchero que a la rubia le pareció adorable, así que volvió a besarlo.

—Iré, pero debo correr.

—Está bien, nos vemos.

Daphne dejó a Tyler atrás y se apresuró a salir de la escuela, su hermana había sonado bastante preocupada por el teléfono. Una vez que estaba afuera vio que Piper aún no se había ido y hablaba con Maya, así que se acercó a ellas.

—Hey May, ¿no hay forma que puedas alcanzarme a casa con tu coche? Darya esta pasando por una crisis y me necesita—le pidió.

—Seguro, vamos—le respondió y Daphne soltó el aire que había contenido—Adiós P, luego terminas de contarme—se despidió, Daphne abrazó a su otra amiga y siguió a Maya a su coche.

Cuando la chica ya había arrancado, Daphne se relajó en el asiento de copiloto.

—Quiero tener auto—confesó y su amiga rio.

—Yo aún no puedo creer como me lo obsequiaron, nunca en mi vida me imaginé conduciendo. Pero lo agradezco, me salvó.

—Es lo mejor.

Maya encendió la radio y comenzaron a cantar la canción que sonaba a todo volumen.

—Oye...así que tú y Ake—Daphne la miró de reojo con un movimiento de hombros—¿Qué onda eso?

Maya se ruborizó—Es tierno y me gusta.

—¡Que bonitos! ¿Ya es oficial?—preguntó y su amiga asintió con la cabeza, emocionándola más.

—¿Y tú? ¿De nuevo con Tyler?

Con una sonrisa Daphne la miró y también asintió.

—Sé que yo dije que no daba segundas oportunidades, pero me di cuenta que todos cometemos errores y si no perdonamos no vamos a llegar a ningún lado.—explicó mientras veía la lluvia golpear contra los vidrios del coche.

—A veces es mejor no perdonar. Si Ake me hiciera eso le digo adiós bebé.

—Ya...pero no lo sé. Está diferente ahora y yo también. Pasamos por mucho y creo que nos lo merecemos.

—Si estás feliz, yo estoy feliz y Piper. Siempre haz lo que tu corazón mande, los demás no deben importarte—murmuró su amiga y estacionó frente a su casa.

—Gracias Maya—Daphne la abrazó y bajó del coche, corriendo a toda velocidad hacia su casa, donde por suerte no le fue muy difícil abrir la puerta. Saludó con la mano a su amiga y se metió dentro—¡Darya ya estoy aquí!