Quiero ser tu amante •||Rashta x Navier||•

Capitulo 23

-Regresando al tema principal, Heinrey me dijo que entraste en celo y que casi ustedes dos tienen algo

Yo toque mi cuello avergonzada por recordar aquella situación.

-Si pero logré detenerme antes de cometer una locura

Desvíe mi mirada para así evitar ver su rostro.

-Se que lo hiciste hermanita

El me abrazo de forma calida mientras daba pequeñas palmaditas a mi espalda.

-Me siento orgulloso de que hayas podido luchar contra tus instintos

Yo correspondi el abrazo mientras ocultaba mi rostro entre el hombro y cuello de mi hermano.

-Aunque aún así dejaste un rastro de feromonas por los pasillos por eso fue que te encontré

Me sonroje un poco por eso pero no dije nada al respecto.

-Hermano.......

El solo me respondió un "¿Mm?" De repuesta, si el podía conseguir información entonces podría conseguir información sobre Rashta, realmente necesitaba saber cómo se encontraba.

-Yo quisiera saber sobre la ex amante del emperador.......no se nada de ella desde que salí del palacio

Mi hermano guardo silencio por unos segundos y luego hablo.

-Se rumorea que el Duque Ergi la mantiene escondida en algún lado pero no sé exactamente dónde

Yo me separé del abrazo para poder mirar su rostro.

-Por favor te ruego que averigües donde se encuentra porque realmente necesito saber cómo se encuentra ella y el bebé

Mi hermano se vio un poco dudoso y para convencerlo tuve que usar el arma secreta, la cuál era poner ojos de cachorro triste para hacerlo caer.

-Sabes que te odio.........está bien voy averiguar dónde se encuentra

Yo sonreí de forma victoriosa mientras lo volvía abrazar.

-¡Gracias!

El dio pequeñas palmadas sobre mi cabeza soltando una pequeña risita nasal.

-No es nada hermanita

Después de aquella ocasión no volví a ver a mi hermano sino hasta tres días después.

-Tengo el lugar donde tienen a mi cuñada

Dijo con una gran sonrisa mientras se acercaba a mi, aunque yo por otro lado me encontraba sonrojada por eso.

-Mira

El me entrego un mapa el cual tenía marcado el lugar donde se encontraba Rashta.

-¡Eres el mejor!

Lo abrace con fuerza, por fin después de un largo tiempo podría volver a ver a Rashta, por fin ambas podríamos tener la vida que merecemos.

-Debo conseguir un caballo rápido

Me separé de mi hermano para retirarme aunque esté me tomo del brazo para detenerme.

-No es recomendable que salgas tu sola a buscarla recuerda que estamos en guerra y que tú eres un objetivo

El soltó mi brazo y luego me sonrió levemente.

-Asi que iremos los dos

Yo asentí varias veces con la cabeza ante su propuesta y con la mayor alegría del mundo tome su mano para dirigirme con el hacia el establo.

-¿No debemos avisarle a Heinrey?

Le pregunté a mi hermano a lo que negó con la cabeza.

-No será necesario va a ser un viaje rápido

Me respondió con tranquilidad.

Después de eso ambos tomamos un cabello y emprendimos nuestro viaje al lugar donde estaba Rashta, entre más nos acercábamos mi corazón latía más fuerte sentía que en cualquier momento podría explotar de la emoción. Pasaron unas horas cuando por fin llegamos al lugar que marcaba el mapa.

-¡Rashta!

Grite su nombre mientras bajaba del caballo y comencé a correr hacia la puerta de la cabaña.

-¡Navier espera!

Grito mi hermano mientras trataba de seguirme el paso.

-¡Rashta!

Cuando llegue ala puerta toque varias veces está esperando a que ella fuera la persona que abriera aunque me lleve una decepción al ver al duque Ergi.

-¿Emperatriz Navier?

Pregunto sorprendido y yo sin siquiera lo saludarlo lo hice a un lado para entrar ala cabaña.

-¿Dónde se encuentra Rashta?

Pregunté mientras dirigía mi mirada hacia el.

-Ella se fue ayer, dijo que iba a comenzar una nueva vida

Al escuchar eso quedé atónita.

-¿Que?

Fue lo único que pudo salir de mi boca.

-Lo lamento yo quise detenerla pero ella estaba muy decidida a irse

Yo me recargue ala pared mientras tocaba mi frente tratando de asimilar aquellas palabras, yo estaba muy cerca de alcanzar de nuevo el cielo pero de nuevo caí con fuerza al suelo.

-Rashta......

Susurré en un débil hilo de voz.

Continuará.