Capítulo 6: Lamento No Ser Ángel, Adara

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Capítulo 6: Lamento No Ser Ángel, Adara.

  

Llamé a Ángel para decirle que Melinda estaba en mi casa y se encontraba hecha un asco, que por favor viniera a recuperarla. Y a los 20 minutos más o menos llegó, sin saludarme ni nada, se acercó de manera rápida a Mely y la besó, Mely le correspondió y comenzaron a decirse que se querían y no querían dejar de andar.

Yo estaba viendo todo pero no lloré, de hecho fue todo lo contario, porque sonreí. Para lograr sonreír lo único que pensé fue en que estaba ayudando a mi mejor amiga, en que ahora yo le estaba pagando el mes tan divertido que me hizo pasar.

Melinda es el tipo de amigas que por más que trates no puedes llegarla a odiar, porque se parece tanto a ti que cuando piensas que la pierdes simplemente sientes algo feo dentro de ti .

Traté de no pensar en otra cosa que no fuera la felicidad de Melinda, porque sabía que luego me iba a desboronar.

Ángel y Melinda salieron ése mismo día y yo decidí encender mi laptop para perder mi tiempo viendo alguna película, serie o simplemente estar en mi home de Facebook. Vi que tenía un mensaje. Era Daniel.

Les voy a platicar qué onda con Daniel. Él fue como que mi mejor amigo cuando estaba en la primaria o algo así, nos agregamos a Facebook cuando yo estaba en secundaria porque antes no tenía ésa red social y nunca platicábamos, sólo nos dábamos like a todo, nunca entendí por qué hacíamos eso. Una que otra vez nos comentábamos cosas en publicaciones pero nuestro chat estaba simplemente vacío.

Hace unos meses, que trataba de olvídame de Ángel le hablé a él, mi intención era platicar cosas de la primaria con él y cómo ha estado, sólo para distraerme y no pensar en el novio de mi mejor amiga.

El caso es que platicamos mucho, no tanto como lo que me la pasaba chateando con Ángel, pero sí hablábamos bastante. Un día le conté que mi grupito de amigos no dejaba de presentarme chicos que eran un asco, él me dijo que podríamos salir él y yo para enseñarme cómo era no salir con un tonto.

Salimos un par de veces pero jamás lo vi como en plan romántico, me divertía y todo eso, pero no veía algo más que una amistad. El día en que Ángel había llegado borracho, unas horas antes, había salido con Daniel, él me dijo que yo le gustaba y eso me sorprendió, pero pensé que podría salir con él para distraerme, porque después de todo no me la pasaba nada mal con él, aparte de que siempre creía que yo podría llegarme a enamorar de él sin ningún problema ya que él era un gran chico. Aunque no fuera del todo guapo como Ángel, pero tenía lo suyo, a mí me gustaba mucho su mirada porque era muy relajada y, a diferencia de mí, tenía unos ojos enormes.

El punto es que Daniel se me declaró y también me dijo que se iba a mudar al Distrito Federal, o sea, a la capital de México. Yo sabía que la mayoría de su familia era de allá, me lo había platicado pero jamás pensé que se mudaría para allá. Daniel me dijo que yo le gustaba mucho y que lo mejor sería que perdiéramos contacto, porque para él sería más fácil olvidarse de mí. Yo respeté su decisión, aunque debo admitir que sí me lastimó lo que me dijo, creo que me hubiera gustado que no intentara olvidarse de mí, quiero decir, no le hice la ida imposible ni nada como para que quiera olvidarme, a lo que me refiero es que yo sentí que no fui tan buena para él y por eso no quería recordarme el resto de su vida. Pero no se la iba a hacer de pedo por eso.

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