🍵ᶜᵃᵖⁱ́ᵗᵘˡᵒ ⁰²🍵

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Harry siguió a la pequeña culebra hasta un bar llamado Caldero Chorreante, de allí el reptil le mando a preguntar sobre un callejón.

— Disculpe señor, ¿sabe como puedo entrar en el callejon? — Interrogó el pequeño niño algo dudoso.

— Claro muchacho. — Dijo finalmente el cantinero y dueño del lugar, luego de pensarselo un momento. Lo llevo hasta una pared de ladrillos, detras del bar y le dijo. — Recuerda la contraseña. — Y procedió a sacar un palo, que Harry no sabía que era una varita, y a golpear determinadas partes de la pared.

La pared se abrió y Tom, el cantinero, dijo. — Que tengas una bonita compra. — Y luego volvió a su trabajo.

Harry le agradeció al señor y siguió las indicaciones de la serpiente, la cual estaba resguardada en el bolsillo de su pantalón.

La pequeña culebra de vez en cuando sacaba la lengua buscando a los hombres que le había mencionado a Harry.

Terminaron en el callejón Knocturn cuando Harry y la serpiente divisaron a un hombre, vestido en su totalidad de negro, saliendo de una tienda.

Ese es uno de los que hablaba sobre tí. — Le comunicó la serpiente al niño.

Harry se acerco a paso lento hacía el, algo intimidante, hombre y le pregunto, con un tono de voz bajo. — Se... Ñor me llamo Harry y quisiera sab... — No pudo terminar de hablar cuando los ojos oscuros conectaron con los suyos.

— ¿Potter? — Interrogó sorprendido el pocionista.
La cicatriz en forma de rayo se podía observar debajo de la cicatriz del menor.

Harry asintió mientras escuchaba a la serpiente de su bolsillo — ¿Necesitas que me quedé cría de humano?

Quedate, aún si no me voy con él... No pienso volver. — Le dijo Harry al reptil.

Severus tras ver ese intercambio de palabras termino arrodillandose para quedar a la altura del joven niño, aunque tenía un fuerte impulso de agarrarlo del brazo y aparecerse no lo hizo.

— Yo... Conocí a tus padres. — Después de decir eso, miro a los lados para decirle. — Si quieres que te cuente sobre ellos tendrías que venir conmigo. — Le dijo algo apurado, no quería que nadie los interrumpiera o los espiera. Lo último que quería era que la cabra come caramelos se enterará de esto.

Harry le dió su mano a Severus y ambos se aparecieron en las puertas de la mansión Malfoy.

El oscuro hombre lo guío hasta una sala donde se encontraban los Malfoys. Draco apenas ver a su padrino corrió directo a abrazarlo pero, cuando se percato del joven niño mal vestido y que cargaba con una serpiente encima, dudo para finalmente extenderle su mano a Harry. — Soy Draco ¿y tú? —

— Ha-Harry. — Contesto estrechando la mano del contrario.

_ ¿Severus? — Interrogó con una ceja alzada el patriarca Malfoy.

Snape dejo a los dos niños hablando y fue a sentarse al lado de su pareja.

— Lo encontre cuando salía del callejón Knocturn. — Le comenta a Severus.

— Parece que la suerte te sonríe, ¿Qué piensas hacer ahora que lo trajiste aquí? apenas Dumbledore se entere que lo encontraste es seguro que no se lo tomará muy bien. —

Snape solto un suspiro, recuerda que cuando le interrogó a la pasa loca sobre el paradero del hijo de sus amigos este solo respondía ambiguamente. Gracias a Merlín que tenía a Lucius de su lado y lo ayudó a buscar a Harry.

— Si le cambiamos la identidad no podrá encontrarlo, no quiero que Albus le ponga las manos encima. — La voz del pocionista salió segura y tras decir eso fijo su mirada en los dos niños que se acercaron.

— Padre voy a enseñarle a Potter a volar en escoba. — Sono animado el pequeño de mirada grisácea.

— Vuelen bajo. — Le ordena el Malfoy mayor a su hijo.

Draco asiente y se lleva a Harry de la mano hasta el patio donde estan los pavos reales y escobas.

Se quedaron en silencio por un rato, ninguno decía nada. Severus había dedicado casi siete años completo en la busqueda del pequeño Harry Potter, pues cuando fue al valle de Godric no había rastro del joven niño.

Lucius sabe que a Severus le dolió en el alma la muerte de Lily y James, quienes eran en secreto espias de los mortifagos entre la orden del fénix, así mismo ninguno se podía creer la traición de Sirius y la muerte de Pettigrew. ¿Cómo el chucho que era tan leal pudo traicionar a sus mejores amigos?

Peor aún fué el caso con la desaparición del señor tenebroso, nadie sabía que hacer en aquel entonces con su jefe desaprecido y la marca que adquirió un tono más claro. Severus trabajando en Hogwarts y buscando al pequeño fruto del amor de sus amigos.

Y aquí estamos... Lucius sabe que Severus querra quedarse con el joven Potter, lo mejor sería llevarlo a Gringotts para el proceso de adopción y crear una historia falsa para el joven mago. Aún con eso ¿Quién les asegura que no se sabra tarde o temprano que ellos tienen al "salvador del mundo mágico" viviendo con ellos?

Necesitarían desmemorizar a quienes Dumbledore dejo al niño, así mismo tener cuidado de que Lupin se ponga o no de su lado, desde la muerte de James y Lily deserto y no se ha vuelto a saber del licantropo. Lucius teme que se haya puesto del lado de Dumbledore.

— Así que planeas que viva con nosotros y seguir trabajando en Hogwarts. — Suelta finalmente, mostrando su disconformidad en las palabras. No era a causa del pequeño, con mucho gusto lo cuidaría, pero la cabra lo veía como un peón y Lucius temía que Dumbledore pudiera hacerle algo a su pareja si se enteraba de que tenían al niño.

— Mientras que Harry no cumpla la edad para entrar a Hogwarts dudó que lo monitoreen, no note a nadie cuando lo traje por lo que dudó que lo esten vigilando. —

Allí, decidieron cambiar de tema y duraron un rato conversando más amenamente hasta que...

Continuará.

Herencia SangrientaWhere stories live. Discover now