Capítulo 22 ~ Una vez más.

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- ¿Qué quieres?

- Voy a entrar. 

- Tú no... - Se cortan mis palabras cuando entra a la habitación con un plato en la mano - ¿Qué haces? ¿Te vas a dormir? - Pregunta confundido, tal vez porque estoy bajo él cubrecamas.

- No me siento bien. - Explico sin querer moverme.

Él acerca más y me extiende el plato.

- Tengo galletas de chocolate, ¿quieres?

- Quisiera pero, siento que vomitaré en cualquier momento. - Me siento en mi lugar sin quitar la cobija de mis piernas, él deja el plato en la mesa de noche y se sienta en el borde de la cama.

- Te ves mal.

- Gracias. - Respondo con sarcasmo, me siento así.

- Solo venia a decirte que venderé mi casa.

- ¿Cuál?

- En donde vivo ahora mismo, la venderé. - Se ve un poco afectado por el tema así que decido darle mi atención.

- ¿Por qué?

- Quiero cerrar una etapa, no la necesitaré estando en Nueva York. Y cuando vuelva, conseguiré otra.

- Tus razones son válidas. Pero, ¿por qué me lo dices?

Se me hace raro que me cuente algo de su vida sin que yo esté involucrada, ya nuestra relación no es así, así que espero esa parte de la historia donde soy mencionada, pero, él frunce los hombros como respuesta.

- Quería contártelo. Cuando me pasan cosas en la vida o quiero tomar decisiones, eres la primera persona a la que quiero contárselo.

- Incluso me cuesta creerte eso.

- Si, olvidaba que tu ya no confías en mi. - Frunce los labios y se hace un extraño silencio. - Esto es raro - Se pone de pie. - Mejor me voy, perdón por molestarte.

Se da la vuelta y esta vez lo detengo.

- ¡Espera! - Se voltea de nuevo sin expresión.

- ¿Qué?

- Quiero preguntarte algo que no me ha dejado dormir.

- Si, pregunta. - Se da la vuelta hacia mi acercándose de nuevo.

-  ¿Puedes prometer que me responderás con la verdad?

- Ya veremos. - Se cruza de brazos expectante.

- No, tienes que prometerlo.

- Eleanor, no puedo. - Se ve ahora serio.

- No me importa. Promételo, será la única vez que te pida algo así.

Pasa una mano por su rostro pensativo y después de unos segundos, asiente levemente.

- Bien, lo prometo. - Se sienta de nuevo en el borde de la cama.

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