6._Falcificación

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Mary miraba su tobillo inflamado y amoratado bajo el agua del estanque. El sonido de los insectos llegaba a su oído como una orquesta incesante. A ratos le era un poco molesto. El sol sobre el sauce proyectaba sombras como manchas sobre ella y el tierno pasto sobre el que estaba sentada. Hace días no disfrutaba de una jornada tan pacífica como esa. El trabajo del campo era difícil y ella no contaba con nada de experiencia. Dai podía encargarse de absolutamente todo él solo,pero para Mary eso era intolerable. Aún así su mayordomo estaba llevando las riendas de la hacienda con una soltura y prestancia,propias de un auténtico terrateniente. Ella ni siquiera se consideraba el cerebro detrás de todo,pese a que había tenido buenas ideas para vender su inusual producto.

Era viernes y Dai estaba dando la paga semanal a los trabajadores que se despedían contentos. El mayordomo sabía muy bien como manejar el lugar. Era gentil y generoso con los jornaleros,mas siempre mantenía distancia de ellos. Después de cerrar las puertas de la propiedad,fue hacia la bodega donde se guardaron las cajas con tomates que al día siguiente irían al mercado. Mary había tenido la idea de poner un puesto allí para acercar el producto a la gente. Muchos compraban por curiosidad, otros tantos veían aquellos frutos como algo inseguro de consumir.  Mary también había enviado unas camionetas a vender a pueblos vecinos y la carretera. Esa semana las ganancias fueron bastante buenas,pero Dai se temía que eso no duraría mucho y por supuesto sabía que su ama era conciente de eso. Durante esos días la muchacha estuvo bastante animada. Quería aprender rápido todo lo necesario para hacerse cargo ella de la administración de la hacienda. Dai no la veía feliz dependiendo tanto de él y era algo que lo inquietaba. Cerrando los ojos con lentitud,como si con ese acto hubiera finiquitado alguna acción invisible, dejó la bodega para volver a la casa. Tenía que hacer la cena y empezaba a preguntarse por el paradero de Mary,a quien no veía desde la tarde. Levantó su mano derecha haciendo que una esfera se dibujara mediante muy finas líneas de luz,mas tuvo que interrumpir el proceso al notar que un vehículo se aproximaba.

Los visitantes no eran unos desconocidos para Dai,que no dudo en dejarlos pasar. Una vez entraron a la casa les pidió que esperaran en la sala,pues la señorita tardaría un poco en poder recibirlos. Les ofreció una pequeña merienda,que fue aceptada con rapidez.

-Este lugar sigue igual. Pensé que el nuevo dueño cambiaría la decoración...

-La señorita Mary tiene un gusto austero y funcional. La decoración le es agradable,por lo que no quiso hacer modificaciones,señor Bills-le explicó Dai al volver de la cocina con una bandeja con dos tazas de té y bocadillos.

Bills lo miró con una mezcla entre la indiferencia y el recelo. Una vez tuvo un pleito con el tío bisabuelo de Mary. El mayordomo casi le rompió el brazo al detener su puño con el que pretendió dar un golpe al señor Edgar. Desde entonces, Bills prefería no provocar a ese sujeto.

-Bueno y esa mujer ¿Cuánto más nos hará esperar?

-Es bien sabido que las damas tienen el privilegio de hacerse esperar...-le contestó Dai,
mirando de reojo hacia la puerta de la cocina.

Mary hizo su aparición poco después,cojeando;con la ropa sucia con tierra,manchas de hierba y dos agujeros. No sabía que había invitados,por lo que tardo un poco en digerir la presencia de esos dos individuos, que la veían con cierta curiosidad y en ese juicio silencioso que tanto odiaba.

-¿Y estos quienes son?-le preguntó a Dai de forma un poco brusca. No estaba de buen humor.

-El señor Bills es dueño de uno de los restaurantes a los que solía proveer su tío bisabuelo. Y el jóven es su asistente... Whiss-le respondió el mayordomo logrando que Mary pusiera su atención en este último.

La muchacha no hizo comentarios al respecto,pero el aspecto de Dai y Whiss era muy similar.

-Entiendo...-murmuró Mary mostrando una actitud más relajada-En ese caso bienvenido señores. Imagino que vinieron a hablar de negocios. Me parece excelente,sin embargo, hubiera preferido que anunciarán su visita...

Tomates azules.Où les histoires vivent. Découvrez maintenant