Parte 5

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Ante toda esa acumulación de emociones, Wei Ying abraza a Lan Zhan fuertemente y sus piernas también se enrollan en su cadera, cada vez siendo llenado y sus ojos derramando lágrimas que entre sollozos y gemidos pierde la lucidez por segundos.

—Lan Zhan... Lan Zhan ¡Hah! ¡Mngh! ¡Ah, Lan Zhan, haaa~! Bésame, me encanta esto, yo ¡ah! Me gusta... Me gusta... Lan Zhan, oh, Lan Zhan... Mi Lan Zhan, mío, mío, ¡Haah!

Lan Wangji con voz ronca susurra. —Todo tuyo...

Unieron sus labios en un beso prolongado hasta que el aire les falta y siguen uniendo sus cuerpos una y otra vez hasta que todo parece detenerse por un momento. Entonces un estremecimiento se hace presente en ambos, se pierden en la última estocada y no pasa mucho tiempo para que se liberaren en un profundo jadeo.

El cansancio vence a Wei Ying poco después, aflojando sus piernas y brazos del cuerpo del otro y cayendo poco a poco a sus costados. Lan Zhan toma las sábanas que se habían caído y se abriga junto a su esposo saliendo de él y dándole un pequeño beso en su frente. Minutos después, se levanta para ir por agua para el baño de su querido que estaba completamente dormido ahora. Con cuidado de no despertarlo lo lleva en brazos hacia la tina y una vez limpio lo viste y lo acomoda de nuevo en la cama. Hecho su trabajo, es su turno de bañarse y así lo hace, regresando al lado de su amado cuando está listo para dormir.

Aferrándose mutuamente, despiertan al siguiente día. Temprano en la mañana, los dos esperan a que el sol aparezca, aún bajo las sábanas y abrazados, los dos se encuentran en completo silencio, solamente disfrutando del calor del otro.

Cr: 狸子 on Twitter

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—Lan Zhan... —la voz de Wei Ying, a pesar de ser baja, rompe el silencio que se prolongaba y entre las paredes del Jingshi una conversación parece surgir.

—Mnm.

—Gracias. —susurra, Lan Wangji al escucharlo, suelta un suspiro y se inclina hacia adelante para poder besar la cabeza de su esposo, que se encontraba descansando encima suyo.

—No hay nada que agradecer, te amo, Wei Ying.

—Lo sé. Y es por eso que te agradezco, por amarme tanto. Yo Lan Zhan... espero amarte tanto como tú me amas.

Lan Zhan sonríe. —Lo haces.

Wei Wuxian levanta su cabeza, revelando una amplia sonrisa y luego, dejando un rápido beso en los labios del otro.

—Me siento muy feliz de que así sea, porque tú me enseñaste cuánto me amas con tus acciones y palabras, y yo no me perdonaría que fuera de otra manera.

—Mnm. Nos amamos mucho.

—Aiyah, no lo digas, mi corazón se agita.

—Nos amamos demasiado.

—¡Lan Zhan!

El resto de la mañana se dedican a desayunar y salir a dar una vuelta por todo el Receso de la Nube. Wei Wuxian se vuelve a encontrar con los jóvenes del día anterior y habla tan solo un momento con ellos, ya que tienen que cumplir con sus obligaciones. Más tarde, Lan Zhan lo guía hacia la parte trasera de la montaña, en donde se extiende un gran río repleto de pescados con un paisaje realmente hermoso.

Antes de entrar al río, juegan un momento con los conejos que se encuentran en los alrededores a petición de Wei Ying y se sientan a conversar un poco más.

—No puedo evitar pensar que no debería estar aquí divirtiéndome. —la voz de Wei Ying fue ejecutada en un susurro, que gracias a la cercanía que tenía con Lan Zhan en ese momento se pudo escuchar. Los pies de Wei Wuxian estaban descalzos, listos para meterlos en el agua, pero en vez de hacerlo, sólo los movía en la hierba, sintiendo lo áspera que estaba bajo su tacto. Sus ojos por un momento se perdieron en la tempestad de su mente y Lan Wangji sólo pudo observar como los pensamientos de su amado comenzaban a reclamarle atención. —Todo estaba de cabeza y ahora estoy contigo jugando con conejos. Tengo tanta curiosidad y me siento intrigado por saber cómo es que terminé contigo, qué pasó con los Wen, Jiang Cheng, Shijie y el mundo del cultivo en general, pero sé que eso conlleva a más y más preguntas y sería interminable. Me siento contrariado, quiero saberlo pero a la vez no. —un suspiro sale de su boca y mira por un momento el cielo despejado. —Tan solo dime, ¿los Wen están bien? ¿Shijie debe tener un hijo o tal vez más, verdad? ¿Es feliz? ¿Jiang Cheng tiene esposa? ¿Es un buen líder?

Lan Wangji lo mira con pesar. —Wei Ying.

El nombrado hace un puchero y baja la mirada. —Está bien, solo quiero... quería saber.

El segundo maestro Lan suspira, no le gusta como su propio corazón se aprieta en su pecho por ver a su esposo de esa manera, sin embargo no sabe que decir, no puede mentir, pero tampoco puede decirle la verdad, ¿como podría? Son es cuestión de horas para que su esposo vuelva, pero el Wei Ying de ahora no necesita revivir lo que ya pasó, por fortuna su memoria había regresado en el tiempo antes de que todo se volviera aún más turbio, calculaba que probablemente fuera unos meses antes de ser invitado a la celebración del primer mes de Jin Rulan. Por fortuna, eso era una fortuna.

Lan Wangji se había prometido a sí mismo que cuidaría de que su esposo no pasara por ningún mal momento de angustia las 24 horas que duraba el hechizo, como siempre lo hacía, porque la felicidad de su esposo era siempre su objetivo. Es por eso que se decide a hablar, gracias a la convivencia con su querido Wei Ying, sabe como hacerlo.

—Los Wen están bien, Madam Jin tuvo un único hijo, Jin Rulan. Jiang Wanyin sigue soltero, es un buen líder.

Lan Wangji sabe que no está mintiendo, Wen Yuan, ahora Lan Yuan es feliz y Wen Qionlin se divierte cuando sale de cacería nocturna con los Juniors, preguntó por los Wen y ellos son Wen. El actual Líder de Laling Jin, Jin Rulan es hijo de Jiang Yanli, no necesita saber nada más y en el caso de Jiang Wanyin, no necesitó omitir nada.

El rostro de Wei Wuxian se libra de aquella nube oscura y sus ojos se abren un poco, junto con su boca, impresionado por la revelación que no esperaba, se queda un momento pensando en lo que se le ha dicho y luego vuelve a soltar un suspiro, pero ahora parece más aliviado. Sin embargo, sus ojos vuelven a buscar los de Lan Wangji con nuevas dudas, tal como se esperaba.

—No más preguntas. —sentencia Lan Wangji y entonces Wei Ying se desinfla y emite una queja, pero asiente, conforme con la información que tuvo. Aunque intenta por última vez.

—Solo una más, por favor Lan Zhan. —Lan Wangji espera que no pregunte lo que está pensando, pero lo conoce muy bien.

—¿Cómo confesamos nuestro amor? ¿Fue romántico? ¿Quién lo hizo primero? Aiyah, Lan Zhan, ¿cómo-

—Son muchas preguntas. —interrumpe Lan Wangji, se regaña por eso, pero sus orejas comienzan a arder y brillar en rojo. El otro no dijo nada más, solamente se quedaron en silencio admirando el panorama que tenían en frente. Sin embargo, Lan Wangji se extraña por el silencio de Wei Ying y lo mira, y se da cuenta que el otro tiene un pronunciado puchero en sus labios mientras que sus ojos tienen dudas.

—Wei Ying... —susurra, sacándolo de sus pensamientos, los dos se miran profundamente. —Ven aquí. —le dice y luego de meditar algo en su mente, Wei Ying se acerca más a él, sorprendiendo al Segundo Jade cuando se sienta en su regazo. Atreviéndose a ser coqueto, esboza una sonrisa, que a pesar de que sus ojos siguen curiosos por indagar más sobre las preguntas que no fueron respondidas, quiere molestar a Lan Wangji por eso.

—¿Qué quiere Lan er gege de mí?




El hechizo de la rosa - WangXianWhere stories live. Discover now