Capítulo 12: Noche de disculpas

ابدأ من البداية
                                    

— Di que fuiste tú, no me molesta.

— A mi me molesta, Dominic — dejo la bolsa perfectamente acomodada en la mesa — y por favor no trates de adornarme con joyas, no necesito estas cosas para brillar por mi misma.

— Yo sé eso.

— Bien, me iré a casa, no tengo ganas de hacer nada ahora — voy en busca de mi abrigo pero Dominic me toma del brazo para detenerme.

— No te vayas.

— Quiero hacerlo.

— Lamento si te molestó esto, pero no te vayas.

— No tengo ganas ahora, Dominic, no puedo darte nada.

Esperaba, rogaba, que él me dijera que no importaba, que me quede a ver una película o a conversar de cualquier tema trivial. Pero no me sorprendió cuando soltó mi brazo y asintió dejándome ir.

Volví a asentir, entendiendo que no puedo pedir más, qué debo conformarme con lo que tengo hasta solucionarlo todo.

Tomo mi abrigo y me lo pongo.

— Siento haberte ignorado estos días, de verdad estuve muy ocupada — murmuro antes de salir.

— Lo entiendo.

Me giro desde la puerta y lo observo.

— Te llamo mañana, la pasé muy bien hoy, tu hermano y su esposa me caen genial. Espero conocer a su hija algún día.

— Le encantarás, ya verás — me sonríe.

///

Erick llegó a mi departamento muy necesitado, es por eso que me estaba besando como si su vida dependiera de ello. Caímos en el sillón y sus manos recorrieron todo mi cuerpo. Ladeé mi cabeza a un lado cuando bajó a besar mi cuello. Mi mirada cayó en la televisión donde estaba mirando una película de terror antes de que él llegara.

Me asombró verlo llegar tan urgido. Necesitaba follar, besarme y tocarme, como si no lo hubiera hecho hace unos días. Hasta me pareció notar un poco de enojo en él, pero no era enojo conmigo, era algo más o alguien más que lo traía así, aunque no quise preguntar, no me gusta meterme en sus asuntos.

Fue poco tiempo en el que se le formó una pequeña erección y se masturbó sobre mi para volverla más completa, acariciaba mis pechos con su mano libre y me besaba la boca.

— Te extrañé, mi amor, estos días estuviste muy poco por aquí.

— Estuve ocupada con el trabajo, ya te lo dije.

Habían pasado tres días desde que Dominic me había regalado ese reloj que no acepté. Me había arrepentido de no llevármelo, era un reloj muy hermoso, pero las razones por las que lo hizo no me gustaron, él me estaba decorando para que me viera bien, y yo odio eso, Erick lo hace todo el tiempo, Alisa también. Había creído que Dominic era el único que no juzgaba mi poco gusto por usar joyas, yo no tenía ni dinero ni ganas de llenar mis manos de anillos, mi cuello de collares y mis muñecas de pulseras caras. Me gusta verme bien, me gusta maquillarme, pero para mí, para mirarme al espejo y decir "qué guapa estoy hoy", no para que mis suegros me crean digna de ser novia de su hijo, ni para que este mismo se sienta bien al tenerme de novia.

Así que si, me había decepcionado un poco. Pero ya estaba acostumbrada y no quería culpar a Dominic de mis asuntos, él solo quería hacer algo por mi.

También me arrepentía de haberle negado sexo ese día, ahora lo necesitaba con urgencia, necesitaba su sexo. Pero tenía la sospecha de que estaba enojado conmigo por mi rechazo, no me había escrito en esos tres días y ya me había acostumbrado a cada uno o dos días tener un mensaje suyo preguntándome si estaba libre para él, pero no me había llegado nada de Loki...en fin, tenía a Erick dispuesto ahora.

INSUPERABLES [•1]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن