Si por mis hermanas y por mí fuera ella se quedaría en España a vivir con nosotros pero le gusta aferrarse a su pasado toda su vida vivió junto a mi padre en Inglaterra, supongo que para ella dejar todo atrás es cómo abandonar el recuerdo de mi padre.

Miro en las grandes pantallas el nombre de su vuelo y efectivamente acaba de aterrizar así que me siento mientras la espero con una mezcla de emociones entre lo nervioso y emocionado

Luego de esperar por largo rato finalmente la veo cruzar las puertas y siento una sensación tan grande en mi pecho que creo que mi corazón quiere salirse del pecho.

Mientras más se acerca más amplia es mi sonrisa hasta que nuestras miradas se cruzan y puedo ver en el rostro de ella esa sonrisa y felicidad que tanto amo y que es capaz de iluminarme hasta mis días más tristes.

Cuando finalmente la tengo frente a mí la abrazo con todas mis fuerzas tan fuerte que de algún modo pienso que le estoy dando todos esos mimos que no pude darle desde momento el que me fui de Inglaterra.

—Mi amado hijo —Ella me mira sonriendo mientras acaricia mi rostro cómo si tuviera algún cambio en el —. Cuántos días he deseado tenerte finalmente conmigo

—Y yo mamá —La vuelvo a abrazar

—¿Todo bien?

—Sí, todo bien

Tomo su maleta y la llevo mientras que con otra mano la guío hasta el estacionamiento.

Durante el viaje a casa mi madre me cuenta cómo ha ido su vida en Inglaterra desde que mis hermanas vinieron a España, me hace historias sobre sus amigas y de cierta forma me provoca tranquilidad saber que aunque no nos tiene está rodeada de personas que la aman y se preocupan por ella.

El viaje aunque es un poco largo se me hace corto por el entretenimiento y la felicidad que siento por compartir con mi madre, quién mira por la ventanilla maravillada ante la ciudad, aunque sé que ha venido antes también soy consciente que desde hace años no ha salido del país y por las historias que me contaba de pequeño puedo deducir que extrañaba venir a este lugar ya que aquí conoció a mi padre en unas vacaciones, supongo que ahora mismo sufre una mezcla de emociones entre nostalgia y felicidad. Al llegar a casa voy a abrirle la puerta del auto para luego ir en busca de su maleta y dirigirnos al edificio.

—Hola Tony —Saludo al portero

—Hola Kenneth, tus hermanas me pidieron la llave de tu apartamento y ahí te esperan

—Gracias Tony, mira te presento a Esther, mi madre

—Encantada —dice ella

—El gusto es mío, usted tiene un gran hijo

—Sí lo sé —responde con cara de orgullo, nos despedimos y vamos hasta el ascensor.

A llegar a casa Esther es recibida por una ola de gritos emotivos de mis hermanas mi madre que no grita llora de la emoción de verlas supongo que se debe a que aún no se acostumbra a tenerlas lejos de casa.

Las tres se abrazan y no paran de decirse lo mucho que se extrañaron yo sonrío como tonto ante esta imagen que hace mucho tiempo no presenciaba.

Cuando finalmente se logran separar instalo a mi mamá en la que será su habitación durante el fin de semana ella tan sólo sonríe alegre de estar aquí deja sus maletas y regresa a la sala con mis hermanas

—Muy bien espero que hayan terminado la comida porque muero de hambre porque realmente llevo horas sin probar bocado y me urge alimentarme

—Bueno —dice Zoe, la miro hay arqueando una ceja

—Tuvimos un pequeño percance —responde su gemela

—Qué fue lo que le hicieron a mi cocina—ambas se mira como si tuvieran dudas de decirme la verdad —y bien estoy esperando —confieso que me da hasta miedo ir por mí mismo a descubrir el estado en que la dejaron

—Pues puede que ya no comamos pollo porque...

—Se nos carbonizó —responde Zennet

—Bueno, yo no vine a cocinar, así que salgamos fuera —responde mi madre

—¿En qué estado terminó mi cocina? —presunto preocupado

—Bastante tétrico, pero tranquilo hermanito ya limpiamos y dejamos todo en orden —dice Zoe con una sonrisa

—Muy bien, vamos todos a salir, ya quiero disfrutar de Madrid —dice mi madre camino a la puerta

—Vayamos al centro comercial mami —dice Zoe, enganchándose de su brazo

—Buena idea, ahí hay muchos lugares de comida rápida que a ustedes les encanta y tiendas

—De compras con mis niñas, no hay nada mejor

—Acaso yo soy invisible —digo molesto y las tres voltean a verme

—Sabes hijo es hora de que cambies un poco tu estilo, siempre llevas lo mismo un traje, verte con toda esa ropa no solo me da calor, me aburre, sabes que existen más prendas verdad

—A mí me gusta

—Tengo una idea, y si le hacemos un cambio de look a Kenneth —dice Zennet

—Excelente —responde mi otra hermana

—No lo creo, eso no va a suceder

—Claro que sí hijo, tu madre está aquí es tu deber complacerla

—Así es —responden las gemelas al unísono y odio cuando hacen eso, porque es como si tuvieran una conexión demoníaca que las hace hablar del mismo modo

—Muy bien, equipo marchando —responde Esther

Todas salen emocionadas por la puerta y yo me quedo un momento solo para poder respirar y calmarme porque sin duda no quiero un cambio de imagen. Respiro hondo y cuando estoy listo para salir mi teléfono suena y es una notificación de Instagram, específicamente de una belleza colombiana llamada Abigail, abro su historia y veo una foto de ella y su hermana en una tienda del centro comercial.

Y esto pinta mal, muy mal porque conozco a esas tres mujeres y es imposible hacerlas cambiar de opinión, solo espero que nuestros caminos no se crucen porque mis hermanas desconocen que rompimos y sin duda cuando se enteren no lo dejaran pasar por alto porque así son ellas de metiches en mi vida

Lluvia de BesosWhere stories live. Discover now