lover of mine ; Trueno [Terminada✔]

19. Me gustas, ¿Te gusto?

Al entrar de vuelta en la casa, tiré la colilla en la basura de la cocina y fuí al living donde Cielo reía bajito junto a Leyla y, sorprendentemente, con Belén también.

Al verme se paró y agarró su abrigo, saludó a todos calidamente y se puso al lado mío ― Vamos si queres ― Murmura y asiento.

― Nos vamos negros, ¿Dónde la próxima? ― Les digo mientras los saludo.

― Hay joda el finde en lo de Marcos, ¿Vamos? ― Pregunta Tiziano en general y todos le confirman que si ― Supongo que la capa de Cielo sale con nosotros, tenemos el privilegio de tener una cordobesa re piolita ahora en el grupo, ¿Nos acompañas o le tenes miedo al éxito amiga Cielo?

Ella ríe apenas ― Capaz que aparezca por ahí.

Los demás festejaron, saludamos por última vez y Leyla nos aconpañó a la puerta advirtiendo que si no avisabamos cuando llegábamos nos iba a re cagar a trompadas.

Una divina.

Íbamos caminando por las frías calles del barrio cuando Cielo se acercó apenas a mi ― No sabía que fumabas ― Dijo y la miré frunciendo el ceño ― El olor ― Dijo obvia y asenti despacio.

― Pasa muy de vez en cuando.

― ¿Qué tanto? ― Preguntó como con miedo.

― Lo suficiente.

Seguimos caminando hasta llegar a nuestras casas, ella sacó las llaves con las manos temblorosas. Las agarré entre las mías para darles calor, según yo por el frío.

Negué dándome cuenta de que por ahí era por como la había tratado ― No te quemes la cabeza con eso por favor, son cosas mías.

― No fue un error ― Mencionó mientras ahora era yo quien destrababa la reja y pasamos para abrir la puerta principal.

― ¿Eh?

― Lo de ayer no fue un error ― Confesó apenas abrió la puerta y estuve del otro lado de esta, dejó la campera de abrigo en el sillón y volvió seguramente a darme las buenas noches y despedirnos ― Sólo que... ― La interrumpí chocando mis labios con los suyos.

No lo voy a negar, las esperanzas que hacía horas no tenía, habían vuelto.

Hice que entremos a su casa ya que estaban haciendo esos primeros fríos que se sufren mucho más y cerré la puerta.

― Estás fría ― Dije separandome apenas y ella rió contra mis labios.

― Vos tenes aliento a tabaco y no te digo nada ― Dice y deja un último beso en mis labios.

― Perdón, ¿No te gusta el olor? ― Le pregunto mientras ella revisa los bolsillos de su campera y la abrazo por la cintura.

― No es eso, antes fumaba.

La miré sorprendido ― ¿Posta?

Asintió ― Si, desde los quince más o menos y lo hice por un año y medio, me costó un poco dejarlo pero como no era parte de mi rutina diaria, diría que no fue lo peor del mundo.

― Yo fumé casi toda mi adolescencia, por no decir durante toda esa etapa ― Reí apenas ― Pero me empezó a faltar mucho el aire en boxeo asi que, lo dejé, me acuerdo que vivía de mal humor, necesitaba algo con que relajarme.

― ¿Y como hiciste?

Me encogí de hombros, ― Creo que me concentré mucho en el laburo, y salía todos los fines de semana ― Reímos ― No pensé que fumaras.

― Hice varias cosas de las cuales me arrepiento, a veces me dan ganas de... ― No supo encontrar las palabras.

― Fumarte un atado en dos horas, ya sé ― Dije riendo ― También me pasó.