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La taberna El Obsequio del Ángel estaba repleta, ya no estaban solo los borrachos que iban diariamente, ese mismo día se celebraba el décimo octavo cumpleaños de Kaeya y este había decido invitar a sus amigos y familiares a la taberna para iniciar "una nueva etapa"
Se encontraba bebiendo una copa de vino cuando sus ojos se posaron en una mesa rodeada de mucha gente, por curiosidad fue a revisar cual que era lo que ocurría
─ Fondo, fondo, fondo ─ Gritaba la gente que estaba alrededor de la mesa
Todos miraban a la misma persona, una hermosa chica bebiendo un gran vaso de cerveza
La chica no pasaba de los 20, cabello castaño y unos bellos ojos color esmeralda
Cuando terminó de tomar la cerveza sus orbes esmeralda se conectaron con los de Kaeya quien estaba atrapado en su mirada y parecía que la chica también
Se miraron hasta que un hombre se interpuso entre ambos, el de tez morena se volvió a su mesa donde sus amigo lo miraban con incredulidad
─ ¿Acaso caíste rendido ante los encantos de __________ Lawrence? ─ Pregunto burlándose uno de ellos
¿Lawrence? ¿Como era posible que una Lawrence se llevará tan bien con los habitantes de Mondstadt?
─ Aunque bueno, debo admitir que si es bastante guapa ─ Dijo otro de sus amigos mirando a la joven quien sonreia a la gente que la rodeaba
Kaeya seguía sumido en sus pensamientos, era muy raro, por no decir imposible que alguien de la dependencia Lawrence se llevará tan bien con la gente en general, definitivamente esa chica le causaba curiosidad
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La taberna estaba ya casi vacía, se acercaba la hora de cierre de esta misma, dentro solo se encontraba Kaeya, algunos meseros, Charles, algunos borrachos y ________
Kaeya había estado intentando ir donde ella una y otra vez, pero ninguno de sus intentos fue exitoso, al ver la taberna ya casi vacía se propuso que esta vez si iba a hablarle y de paso responder sus dudas
Se encontraba caminando hacia la mesa donde estaba la joven cuando un borracho se le adelanto
─ Hola preciosa, no te gustaría ir a mi casa y quizás- ─ Fue interrumpido por una mano helada sobre su hombro
─ Creo que la señorita se encuentra bastante bien en donde esta ─ Dijo en un tono amenazante
El hombre chasqueo la lengua para acto seguido salir de la taberna, kaeya se veía satisfecho
─ Yo podía encargarme sola ─ Dijo mirando fijamente al de tez morena
─ Bueno, yo no te ví intentando hacer algo ─ Respondió Kaeya con un aire de victoria
