Inesperado [wandanat]

Capítulo 10

Sharon había estado esperando en su coche desde antes de que Motores Romanoff abriera. Tenía su cámara en el asiento del pasajero esperando por tener un vistazo de Natasha Romanoff, pero nunca llegó con el resto de su personal. Después de sopesar los pros y los contras, decidió entrar.

Entró en la zona de recepción y se quedo parada en el mostrador esperando a que el miembro del personal de cabello plateado levantara la vista.

"Buenos días. Mi nombre es Tony. ¿En qué puedo ayudarle hoy?"

"Buenos días, Tony. Estoy buscando que le den servicio a mi Mercedes y le pongan algunos neumáticos nuevos. ¿Tendrían alguna cita libre?"

Tony revisó rápidamente la computadora, y dijo, "Lo siento, señora, pero tenemos todo reservado hasta el viernes. ¿Eso estaría bien?"

"Escucha, soy una vieja amiga de Natasha. Estoy segura de que ella podría hacerlo más rápido. ¿Está hoy?"

"No, lo siento. Ella está libre hoy."

"¿Podrías darme su número telefónico? Como dije, somos viejas amigas."

Tony la miró de arriba abajo ligeramente con desconfianza, y respondió, "Deme un segundo, ¿quiere?"

Cuando él pasó a la parte trasera, Sharon se apoyó en el mostrador de recepción y echó un vistazo a las impresiones de automovilismo que cubrían las paredes. Reconoció a Natasha en las fotos de la página web Motores Romanoff. A juzgar por las fotos, Natasha debe participar en las carreras, ya que estaba sentada en el capó de un Jaguar clásico con laureles de ganador alrededor de su cuello, y una enorme botella de champán.

Se acercó para mirar las fotos más de cerca. Así que, ¿eres por la que Lisa y las otras se están peleando? Apuesto a que eres una idiota arrogante.

Sharon conocía bien a su tipo, pero qué relación tenía con Elizabeth Eisenhardt? Elizabeth nunca fue de la clase que se sentía atraída por ese tipo, aunque estaba segura de que esa amiga abogada suya era más que una conocida.

"Disculpe," una voz dijo detrás de ella.

Se dio la vuelta y una sonrisa se extendió por su cara. Esta mujer era hermosa. Mayor — en sus cuarenta años, probablemente — y totalmente follable.

Sharon volvió al escritorio y encendió el encanto. "Hola, ¿y tú eres?"

"Carol Danvers. Creo que quiere dejar su coche. ¿Le dijo Tony que no tenemos citas hasta el viernes?"

Sharon se inclinó sobre el escritorio, y debe haber movido sus manos un poco demasiado cerca, porque la atractiva Carol dio un paso atrás.

"Lo hizo, pero pensé que Natasha podría arreglármelo un poco antes ya que soy una vieja amiga. ¿Podría hablar con ella?"

"Me temo que ella no está hoy. ¿Cómo exactamente ella te conoce?"

"Oh, nos conocemos desde hace mucho," Sharon mintió.

Carol se cruzó de brazos. "Es curioso, la conozco desde que tenía 17 años y no me acuerdo de ti."

Mierda. "Bueno, probablemente nos movimos en diferentes círculos. ¿Podrías recordarme su número telefónico?"

"Lo siento. No damos los números de teléfono del personal. ¿Ahora desea concertar una cita para el viernes?"

"No, gracias. Este no es un buen día para mí. Veré a Natasha por ahí." Sharon volvió a su coche. Esto no iba a ser tan fácil como pensaba.