Los amigos de tu enemigo son tus amigos

Start from the beginning
                                    

—No os pasa que estáis hablando con alguien..., y de repente pensáis: ¿Qué pasaría si le doy un puñetazo? —pregunta Miller colocando los codos entre los dos asientos.

Me giro hacía su dirección levantando una ceja.

—¿Te diste un golpe muy grande de pequeño?

—Espera, ¿tú no lo piensas? —interviene Freya apartando a su amigo.

¿Por qué ahora me siento como un bicho raro, no tendría que ser Jimmie el raro?

—Bueno..., cuando estoy en clase miro al techo para saber a quién le caería el proyector, pero aparte no suelo pensar cosas tan extrañas —confieso frunciendo el ceño.

Jimmie abre los ojos con entusiasmo, mientras se señala frenéticamente a si mismo.

—No jodas. Yo también hago eso —comenta con una sonrisa, que deja ver todo sus dientes.

Cuando me cambié por Jimmie en el partido, no me imaginaba que fuera a ser de esta manera. Teniendo en cuenta que varias chicas van detrás de él. Aunque la verdad, es que me cae bastante bien. 

—Y yo —añade Freya, mirándome con ternura.

—Seréis raros —murmura Jaden colocando el codo sobre la ventanilla.

Lleva unas gafas de sol, que le dan un aire entre sensual y odioso.

—Mierda —mascullo.

Todos colocan los ojos sobre mí, esperando una explicación.

—Me he dejado la plancha —aclaro mirando a Jaden—. ¿Podemos volver?

Suelta una risa floja mientras niega con la cabeza.

—Faltan diez minutos para que lleguemos, ¿tengo pinta de querer volver? —escupe  en un tono que no admitía quejas.

Genial, mi autoestima depende de la plancha, y ahora ni eso tengo.

—Yo te puedo dejar la mía —accede Freya con una sonrisa amable.

¿Por qué siempre sonríe? ¿Es que nunca está triste?

¿Celos, Murphy?

Cállate, ¿quieres?

—Gracias —agradezco sin mucha ilusión.

Puedo parecer una malhumorada con la vida. Bueno no lo parezco, lo soy. Pero es que aún no me acostumbro cuando la gente es bondadosa sin esperar nada a cambio. Nah, la verdad es que no lo entiendo ¿Para qué vas a ayudar a nadie sin siquiera conocerlo? ¿Qué te aporta? 

La gente solo aporta problemas.

Exacto.

—¿Puedo poner música? —pregunta Miller con ojos de súplica. 

—No —responde Jaden de forma seca.

—Me encanta hacer tratos contigo —murmura, abalanzándose hacia el equipo de sonido.

—Vas a romperlo con tus manazas, idiota —gruñe dándole pequeños empujones con el codo.

Miller levanta el brazo haciendo presión contra el cuerpo de Jaden, mientras con la otra mano sincroniza su móvil en la pantalla del coche.

Observar la situación desde afuera. La verdad se me hace bastante gracioso. 

Al menos no soy la única que le estresa Jaden.

—Ya está. No hacía falta que te comportarás como una vieja estreñida —refunfuña Jimmie, buscando en su lista de canciones.

—Pon a Harry Styles —sugiere Freya.

Falsos prejuiciosWhere stories live. Discover now