˚✧₊⁎Cae la noche ✨

II - Sombras

Volví a despertar, otra mañana más, esta vez, de un lunes. La ajetreada vida de ciudad tiene a su vez un punto romántico que hasta cierto grado me gustaba; montones de desconocidos conviven en comunidad por tal de sobrevivir; las grandes masas moviéndose de aquí para allá... Me preparé para salir de mi casa cuando, de repente, me encontré con Anna Gràcia, una chica que apenas conocía pero compartíamos la optativa de política y ciudadanía, nos saludamos y me acerqué a ella, ir a clase con gente me hacía sentir más seguro, en un principio no fue una conversación de mucha calidad, las típicas palabras que todo el mundo dice en conversaciones incómodas y listo. Ya al llegar al instituto, me dirigí a mi aula, los anchos pasillos del instituto del centro de la ciudad eran extrañamente acogedores. Dejé mi mochila en una esquina de mi pupitre, el cual compartía con un chico al que no soportaba: Ian Grielles, el típico chico que para sentirse poderoso debe llevar con el todo un séquito de hombres, el típico chico que siempre hace lo posible por ser el centro de atención y que de hecho, ya fue acusado una vez de acosar a otro chico por no cumplir un reto. Me sacaba de quicio, pero mi tutor, el señor Ramon Ballesteros consideró que era buena idea que él y yo estuviéramos juntos; supongo que pensó que yo podría contagiarle algo de mi buen comportamiento pero... siendo sincero, eso era difícil.

Como cada mañana, Ian entró por la puerta del aula junto a 3 chicos más, cuya relevancia en mi vida era nula, seguido de eso, se sentó a mi lado y no tardó más de dos Segundos en empezar a intentar llamar la atención: tiraba lápices a sus amigos, hablaba de alguna chica en voz alta e incluso tuvo la audacia de preguntarme que materia tocaba, aún sabiendo que el profesor de lengua castellana y literatura: la señora Juana Lorenzo, estaba ahí. Pasó rápido, esa era una de mis materias favoritas, junto con catalán, latín e historia, así que sin preocupación pasé la primera clase de ese día.

Dispuesto a seguir con mi rutina me dirigí a mi aula de Latín, subí al siguiente piso del centro y en la segunda aula a la derecha me encontré con Miranda; mi compañera de clase de latín, la única que sabe realmente quién me gusta, la que lo sabe todo de mi y por consecuencia, yo de ella. Al ser temprano por la mañana, no pude expresar mucho, ni hablar de algo en concreto con ella, simplemente la saludé, me senté y esperé a la profesora. Tras una apasionante clase sobre los complementos de lugar en latín, por fin era hora del descanso, me fui a mi taquilla, cogí mi almuerzo y me encontré con Miranda para subir a la azotea: nos sentamos en un banco, sacamos cada uno su respectiva comida y empezamos ha hablar sobre todo el temario que nos entraría en el examen de final de semestre de latín; que si un texto de eso, que si una declinación de aquello... todo un cúmulo de ideas que solo consiguieron estresarme, así que exclamé: —¡Suficiente! Cambiemos de tema, cuéntame sobre aquel chico que conociste en arco, quiero saber quien es. Miranda se tomó un breve momento para responder y susurrando dijo: — No se lo digas a nadie ¿Si? Mira, es éste... Sacó su teléfono para enseñarme una fotografía de hace unos días que se hicieron y rápidamente ella agregó: — No sé si declararme o algo, es como que sé que le gusto y el me gusta pero, uh, sería incómodo decírselo... agarre su teléfono durante varios Segundos y miré la foto con atención: — No sé, Si realmente te gusta, ve a por él, Has dicho que también le gustas ¿Verdad? No pierdes nada. Le devolví el teléfono y me la miré con cariño y ella añadió: — Oye, ¿Y tú? Hace tiempo que no me dices nada de ese chico cuyo nombre no mencionaré en este instituto. Me miró con una mirada pícara e imponente, a lo que yo sin preámbulos respondí: — Ya sabes que apenas lo veo durante el día ¿Qué te voy a contar? ¿Que me gusta observarle? Estoy hecho un lío por su culpa... Miranda, al notar tal suplicio en mi puso su mano en mi hombro y gesticuló unos leves susurros: — Venga hombre, que no es tú culpa, simplemente no sabes cómo afrontarte a ello y eso es normal.

Al final del periodo de descanso, volví a mi taquilla, la abrí y encontré una nota, imprimida, donde me citaban para estar detrás del colegio a la salida, no sabía de quién era pero alguien escribió que me tenía que decir algo importante y dibujó un corazón. Al principio pensé que era una broma y como la clase de Historia contemporánea empezaba en breves, dejé esa carta en mi taquilla sin darle importancia. Durante las clases estuve pensando y pensando sobre esa carta y decidí ir a ver de quién era. Ya terminada la jornada escolar, salí del aula para recoger las cosas de mi casillero cuando de repente vi a Eduard acercándose a mi; sin saber que hacer, disimulaba haciendo que guardaba cosas dentro del armario; me tocó el hombro y me asusté, me di la vuelta y ahí estaba él, mi chico de los sueños, a menos de un metro de mi. Él se colocó bien la mochila ya que la llevaba colgando de un hombro y me formuló la siguiente Frase: — Oye, Perdón si te es molestia pero... ¿podrías pasarme los apuntes de lengua catalana? Hace tiempo que llevo intentando entender las sintaxis y no hay manera así que pensé que a lo mejor tú podrías ayudar. Sin palabras y completamente sonrojado respondí al instante: — ¡Sí! Claro, te los paso esta tarde. Si no entiendes algo de los apuntes recuerda que también puedes preguntarme directamente a mi, no sé si tienes mi número pero estoy en el grupo de clase así que no será difícil encontrarme. Él sonrió ante tal respuesta y me golpeó el hombro de manera cariñosa agradeciéndomelo. Nunca había tenido un momento tan eufórico en mi vida, y con ese sentimiento me dispuse a ir al lugar donde me citaron. La parte de detrás del instituto era más bien tétrica y sombría, aún así era el lugar favorito de aquellos que iban a fumar o a hacer cualquier otro tipo de cosa fuera de la normativa escolar. Esperé un tiempo y al cabo de varios minutos oí que algo se movía por detrás, me giré instantáneamente pero solo pude divisar una sombra. Me asusté y retrocedí, no sabía que pasaba pero no me daba buena espina.

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Bueno primero que todo perdón por hacerlo tan largo y tan cliché pero estoy experimentando, espero que os haya gustado. <3