I - Iluminación

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Eran las diez de la mañana en una fresca mañana de Enero, el despertador no paraba de sonar mientras yo seguía en la cama; la pereza invadía mi cuerpo, después de recorrer toda la ciudad durante el día anterior en busca de cualquier cosa que llenara mi interés por la historia me dejó las piernas destrozadas.

La luz entraba por el gran ventanal que tenía mi habitación; el efecto esotérico de los rayos de sol siendo atravesados por las cortinas realmente me relajaba y me daba mas ganas de quedarme tumbado en la cama, aún así, no podía holgazanear durante mucho tiempo, había quedado con varios amigos para desayunar cerca de plaza Cataluña y tenía que prepararme para llegar justo a las once. Me duché tan rápido como pude y me lavé los dientes, seguidamente me dispuse a vestirme; cogí el metro y durante el trayecto estuve pensando en ciertos artículos relacionados con la historia que cuyo contenido no era capaz de acordarme.

Mi plan era reunirme con mis amigas, pero oh dramático giro de los acontecimientos me encontré con Eduard, un chico bastante alto, atlético y social con el que compartía clase. Él es seguro de si mismo y tiene carisma y eso en cierto punto me atraía... no sé como explicarlo, él... él me llena, me hace sentir vivo, me hace sentir que realmente yo valgo la pena. Sin embargo él y yo apenas coincidíamos, yo tenía un itinerario estudiantil humanístico y él científico y en las clases en las que aI estábamos juntos, se sentaba bastante lejos. Siempre me ha costado hablar con él y no quiero estropear la mínima buena opinión que tenga de mí por un estúpido error que pueda cometer.

Me saludó y me preguntó como estaba, los típicos elementos de una conversación incómoda y de poca calidad, aún así,
No quería perder ese momento, quería quedarme ahí para siempre, quería que fuera él quien se diese cuenta de lo que tanto ansío. Después de cierto tiempo hablando de cosas de no mucha importancia, se fue, al parecer tenía prisa así que sin pensar el lo que hacía volví al metro; literalmente él me hace perder la cabeza.

Después de tener que mentir a mis amigas y convencerlas de que simplemente me dormí decidí quedarme en casa; tenía la cabeza toda enredada en muchos sentimientos que pocas veces he llegado ha sentir; no me malinterpretéis, no me considero frío pero simplemente enamorarme o algo similar se me hace muy difícil, es más suelo ser muy sensible.

Eran las seis de la tarde la luz del sol ya era inexistente y entre sábanas no pude parar de pensar en él: su olor, su inteligencia, su seguridad... hasta he llegado a pensar que a lo mejor estoy obsesionado con él y la verdad no me parece algo muy lejano a lo que siento. Creo que esto viene relacionado con el echo de que me siento incompleto e incapaz por mi mismo y siento una necesidad constante de tener a alguien que me pueda ayudar. Aún que no sé como puedo describirme, una cosa la tengo clara: le quiero.

Así pasaron las horas entre reflexiones y rompecabezas hasta que sin cenar consiguió dormir a una hora relativamente temprana como lo eran las nueve; Alexandre solía ir a la cama hacia la una de la madrugada.

˚✧₊⁎Cae la noche ✨ Where stories live. Discover now