Capítulo 2| Quinta parte.

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Entrada de diario de Henry Jekyll.

09/Septiembre/1874. No fue un buen mes, aunque ya debería de estar acostumbrado a esto. Lo que si cambio fue que Josephine estuvo a mi lado, esperando a que me sintiera con mejor ánimo para jugar con ella; sin presiones, sin preguntas, solo...Esperando.

No sé si pueda acostumbrarme a esto. ¿Tener a alguien que te apoye? Suena demasiado bueno para ser verdad. Sobre todo, para alguien que está al tanto de que no es "normal," mi familia me lo dejo muy claro. Por eso, no importa que tanto me gustaría acostúmbrame a ella, tengo miedo a hacerlo y a perderla algún día debido a mi "extraña" forma de actuar.

Entrada de diario de Josephine Utterson.

11/Septiembre/1874. Hoy fue...Un día extraño. No diré que fue bueno o malo, solo que fue extraño.

La mañana inició siendo tan agotadora como siempre lo es en sábados, pero con la carga extra de trabajo de la Sra. Miracle, porque ella enfermó y se tuvo que quedar en casa por el resto del día; dejándome a mi SOLA para preparar el desayuno y la comida de nuestros huéspedes. ¡¿Y Saben cuanta comida era eso?! Bueno, yo no la conté... ¡Pero puedo asegurar que si fue demasiada!

Por fortuna esta vez, Henry estuvo allí conmigo...

Entrada de diario de Henry Jekyll.

11/Septiembre/1874. ¡Ella se dio cuenta! ¡¿Cómo pude haber sido tan descuidado?! Ella ahora lo sabe...Sabe que soy débil ¡Incluso puede piense que soy un inútil!

Entrada de diario de Josephine Utterson.

11/Septiembre/1874. Durante un momento de su descanso fue a visitarme a la cocina, di unos vistazos alrededor y, como si realmente fuera un caballero de cuentos de fantasía, comenzó a ayudarme a preparar el fuego mientras yo cortaba los vegetales.

Era un trabajo fácil de hacer, pero creo que estaba muy estresada por toda la carga de actividades (o estaba nerviosa de tener a Henry tan cerca de mí) que por accidente me corté la mano al rebanar un tomate.

La herida no era tan profunda, pero eso no evitó que si saliera bastante sangre de ella.

Entrada de diario de Henry Jekyll.

11/Septiembre/1874. Todo fue muy inesperado. Yo estaba distraído con el fuego cuando escuché su pequeño grito de dolor, y por supuesto que no sabía que había pasado, solo sabía que quería ayudarla.

Giré mi cabeza para verla, todo parecía ir bien hasta que vi su mano. La sangre en ella, en su vestido, y hasta en el cuchillo que estaba sujetando.

Entrada de diario de Josephine Utterson.

11/Septiembre/1874. No pensé que fuera a pasar todo lo que ya pasó, juro que no quería incomodarlo o ponerlo triste, solo hice lo primero que se me había ocurrido en ese momento y eso fue tomar un paño de la cocina para pedirle a Henry que vendará mi mano por mi...

Él quería ser cirujano, así que no le había visto ningún problema a mi petición. (Además de que...Bueno me quería sentir cuidada por alguien como él, alguien especial como él. Nunca creí que las cosas acabarían así).

Entrada de diario de Henry Jekyll.

11/Septiembre/1874. Ella me preguntó: "¿Puedes vendarlo, por favor? Creo que tú lo harás mejor yo."

Una pregunta simple, que aun así ocasionó que volviera a sentir un miedo que no había vuelto a sentir en mucho tiempo. No quería hacerlo, no quería tocar su mano, pero tampoco quería decepcionarla...Estaba a punto de entrar a una escuela de medicina, debería de poder lidiar con algo tan simple como una cortada, ¡Debería de poder hacerlo!

Lo intenté, sin embargo, a pesar de mis mejores intentos ¡Cuando toqué su mano para vendarla! Su áspera y ahora ensangrentada mano. ¡No pude! De nuevo volvía a fallarme a mí mismo, a fallarle a ella y a ser un cobarde que solo quería huir del lugar junto con sus problemas.

Entrada de diario de Josephine Utterson.

11/Septiembre/1874 Lo noté nerviosos cuando tomó mi mano, y bueno, creí que eso era normal porque yo también estaba un poco nerviosa ¡No lo voy a negar! Pero... Rápidamente cambié de opinión cuando vi que él incluso estaba temblando mientras sujetaba cuidadosamente el paño que le había dado.

Él se veía asustado por alguna razón y cuando trató de cubrirla mi mano...Pues obviamente un poco de mi sangre cayó sobre sus manos.

Él me soltó en ese momento, dando unos pasos desequilibrados hacia atrás. No se veía nada bien; se notaba muy agitado, respiraba más pesadamente y no para de apartar su mirada de la macha roja entre sus manos.

Le iba a preguntar si todo estaba bien, pero antes de siquiera pronunciar la primera palabra, él salió corriendo por la parte trasera de la cocina hasta el establo...Dónde lo escuché vomitar.

Me quedé en silencio un momento ya que la verdad no tenía ni idea de lo que acababa de pasar, solo sabía que él era mi amigo y necesitaba ayuda.

Cuando fui a verlo afuera él estaba llorando, tratando desesperadamente de borrar las manchas con su manga, evitando a toda costa hacer contacto visual con ellas.

No estaba teniendo mucho existo con ello así que yo misma vende mi mano apresuradamente y con la otra sostuve mi falda, la cual moje con un poco de agua, para ayudarle a Henry a limpiar las manchas en su mano.

"¿P-Por qué me ayudas? No valgo la pena, soy un don nadie a comparación de otros, no tengo nada de valor que ofrecerte, ¡Ni siquiera el camino que quiero seguir es claro! ¡¿Por qué estás haciendo esto?!"

Esas fueron las cosas tristes que empezó a repetirme cuando me acerque a sus manos. Él me estaba mirando, con aún lágrimas en sus ojos... "Nadie debería de decirse cosas tan tristes a uno mismo." Eso era lo que estaba pensando, por eso fue que, en ese momento, mientras ocultaba mi mano vendada, lo abracé y le dije:

"TÚ eres importante para mí. No me importa si tienes mucho o si no tienes nada, para mi...Tú eres muy valioso. ¡Eres la persona más inteligente e interesante que conozco! Incluso más que mi hermano, y déjame decirte que hacer eso es difícil." Allí me reí un poco cuando dijo eso.

"Así que, por favor...No te tortures con esto, no sé lo que te paso, pero de ahora en adelante no vas a estar solo con esto. Vamos a tratar de solucionarlo juntos ¿Bien?"

Finalmente, lo miré a los ojos y le sonreí.

Entrada de diario de Henry Jekyll.

11/Septiembre/1874. Ella me sonrió, y yo la abracé más fuerte. En ese momento no quería dejarla ir, tenía miedo de que, al soltarla, ella se alejaría para abandonarme como mi familia lo había hecho. No quería pasar por eso otra vez, porque, no importa cuando veces me trataba de convencer de lo contrario, realmente extraño mi verdadero hogar.

Echo de menos a mi padre y me hubiera encantado estar al lado de mi hermano menor para verlo crecer; no éramos muy unidos, pero era algo a lo que podía llamar "familia," tenía algo a lo que podía llamar "hogar."

Al llegar aquí no quería socializar con nadie, tenía miedo de tener algo para luego perderlo otra vez...Y a pesar de lo sucedido, de que hoy en la mañana Josephine se enteró de todo; ella sigue aquí, conmigo.

Hoy fue...Un día extraño, más bueno que malo a mi parecer, porque después de mucho tiempo, sentí como un peso, que ni siquiera sabía que estaba cargando, desaparecer de mis hombros. Y porque al final de día, encontré a alguien a quien puedo llamar "amiga."

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