El abuelo coloca la mano en los labios de la niña.
-Shhh.... Tranquila, nena, tranquila -dice en voz baja.La niña no deja de temblar. El miedo le recorre el cuerpo.
-No hagas ningún ruido. No quieres que la abuela se de cuenta, ¿Verdad? -continúa diciendo con los labios muy cerca del oído de la pequeña-. Ella no debe vernos, sabes lo que pasará si nos ve. Debemos ser silenciosos.
Y mientras el abuelo y la niña están temblando bajo la mesa, la abuela recorre la casa con un hacha en la mano.
Parece desorientada, su mente la ha traicionado de nuevo. Está buscando (según ella) a dos intrusos que se metieron a su casa...
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CUENTOS PARA MONSTRUOS
RandomAntología de historias relacionadas con la furia, la pérdida y la violencia compactada en el espíritu humano. Los personajes son ficticios, pero sus acciones tienen pinceladas de realidad. . Esta es un libro de Santiago González Pedraza lo comparto...