Regalo de Navidad

708 53 31
                                    

Raven - 15 años
Damian - 14 años
.
.
.
.
—Deberías abrirlo.
—¿Para qué? debe ser algo que no necesito, como siempre.

Se encontraban sentados en el suelo alfombrado de aquella pequeña pero cálida habitación de paredes con tono lilas. Ambos enfocaban sus miradas a la pequeña pero costosa bolsa de regalo navideño que el ojiverde se había encargado de mantener a unos metros retirada de él.

—Tal vez, ahora sea diferente. Tengo curiosidad por saber qué fue lo que tu madre te compró este año.

—Bien...acabemos con esto—se acercó al objeto de curiosidad, pero disgusto para él. Sus manos comenzaron a hacer su trabajo, desatando el perfecto listón rojo de la parte superior para poder acceder al contenido dentro de la bolsa—. ¿Un videojuego? Ni siquiera tengo esta  consola para jugarlo.

—Oh, al menos sabe que juegas videojuegos.

—Tt, hubiera preferido y apreciado más un par de calcetas.

—Pensaré que tu padre y tus hermanos te han dado mejores regalos, ¿verdad?

Dio un suspiro mientras cerraba sus ojos y recargaba su espalda en la base de la cama. Sí, lo habían hecho. A casi una década de comenzar a convivir con la familia de su padre, de verdad se habían esforzado todos, desde su primer día en la mansión, en pasar tiempo con él y conocerlo a fondo, cosa que su madre, actualmente, seguía evadiendo por sus "responsabilidades de adulto".

—Un violín nuevo de parte de padre y Kyle, una bufanda de Pennyworth, una tarjeta con dinero electrónico de Drake, una navaja, ya sabrás de quien, chocolates de parte de Brown, material de arte de parte de Cass, Helena y Terry un dibujo y...también ese horrible suéter navideño de parte de Grayson con la leyenda "Little D"... ¿De qué te ríes? —sus ojos se abrieron de golpe y con un ya fruncido ceño dibujado en su rostro dirigió su mirada hacia Raven, esto al comenzar a escuchar aquella risa que escapaba ya de sus labios.

—¿Y la "D" es por "Demonio" acaso? —preguntó ella con falsa curiosidad. Le encantaba molestarlo con el apodo que, en muchas ocasiones, Jason usaba hacia él.

—Sabes que no es por ese estúpido apodo, Raven...

—No me culpes, me gusta molestarte. De igual manera, creo que fue demasiado tierno de su parte ese regalo. Úsalo algún día para poder verlo. Y deberías quitar ese eterno ceño fruncido tuyo, no suenan para nada mal tus regalos.

Comentó mientras estiraba su mano hacia el rostro del moreno, de tal manera que la yema de su dedo índice rozó su entrecejo. A él no le gustaba el contacto físico, pero con ella, todo siempre era diferente. Era permitido. Y le agradaba, haciendo que su rostro segundos después se mostrara más relajado ante tal acción.

—No, no lo son. Fueron satisfactorios. ¿Qué...qué hay de ti? ¿Cómo la pasaste? —dudó en preguntar, pero de verdad quería saberlo.

El radical cambio en su rostro fue evidente ante aquellas preguntas. Trató de disimularlo lo mejor que pudo para responder.

—Estuvo bien, realmente bien. Todo transcurrió tranquilo, a comparación de años anteriores, es lo importante. Solo mamá y yo. Le regalé un perfume que tanto había querido y ella me dio un libro. Cenamos pollo KFC. No me puedo quejar. Realmente ...estuvo bien.

Él podía ver detrás de esa sonrisa que le brindó. Conocía todas las historias de sus navidades pasadas. Sabía que las heridas aún no sanaban en ella. Sin embargo, no se daba por vencida. Intentaba seguir sonriendo. Intentaba olvidar y salir adelante. Y eso lo hacía siempre, ante cualquier adversidad que se había atravesado ante ella. Valiente y fuerte. Sus ojos no paraban de apreciar a la maravillosa persona que tenía frente a él.

En éste y cualquier universo - DamiRae one-shotsWhere stories live. Discover now