-¡No soy tu omega! Deja de pensar esas cosas, no eres más que un fastidio para mí, además ¡tú! No serías nada digno para un omega como yo.
En ese momento, Minho había sentido como la opresión en su pecho se había hecho cada vez más grande, escuchar...
No se sentía para nada bien, salio de su habitación caminando por el oscuro pasillo iluminado por la luz de la luna, la conversación que había tenido con el alfa seguía rondando por su cabeza, ¿por qué se sentía tan mal al respecto?
—¿No puede dormir? —Seungmin levanto la mirada encontrándose con Minho.
—Solo, no tengo ganas de seguir acostado.
—Debería descansar, necesita energías.
—¿Qué me dices de ti? ¿Por qué estás vagando por el palacio?
—Escuche ruidos, fui a investigar, pero no había absolutamente nada —la intensa mirada de Minho fue a dar directo a los ojos de Seungmin, —debería regresar, príncipe.
Pero Seungmin tenía otros planes, si había algo que le gustará hacer cuando era pequeño, era ir hacía la parte más alta del palacio y observar el pueblo, ademas del cielo estrellado.
—Acompáñame —pidió Seungmin mirando a Minho.
—¿A dónde, príncipe?
—Solo ven —Seungmin de inmediato tomo la mano del alfa.
Con aquello una corriente había pasado por sus cuerpos, Seungmin quería ignorar aquello, pero le era imposible el poder hacerlo, ¿cómo iba a ignorar tan hermosa sensación que había sentido? Minho miraba sus manos juntas, quería apartarla, pero su lobo le pedía que no lo hiciera, Seungmin no quería perder aquel contacto al igual que Minho.
A pasos no tan sigilosos corrieron hacía las escaleras de madera, para después por fin llegar al lugar que tanto quería el omega que viera Minho, el aire era demasiado fresco, y Minho se había percatado que las prendas que utilizaba el príncipe no eran tan abrigadoras, de inmediato se coloco cerca de Seungmin para atraerlo hacía él.
El omega sintió su corazón desenfrenado al sentir las manos del alfa entrelazar sus dedos por sobre su vientre, miro hacía el alfa.
—Perdone que haga esto, pero no puedo permitir que enferme —Seungmin sonrió ante aquellas palabras, recargo más su cuerpo en el del alfa, recargando su cabeza en el pecho de Minho, estaba cerca del cuello del alfa, y podía sentir el aroma de Minho aún más fuerte y relajante.
—No importa, me gusta está cercanía.
—Es muy hermosa la vista desde aquí —menciono Minho, no quería volver a tocar el tema de aquel acto que había realizado.
—Lo sé, me encanta está vista.
Ambos se quedaron mirando el lugar por unos momentos, la luna parecía flotar entre las montañas, mientras que el pueblo lucía diferentes velas encendidas para darle luz a las calles, podían ver a algunos de los habitantes aún por las calles disfrutando del frescor de la noche, seguramente no hacía tanto frió como en donde estaban ellos, disfrutando del paisaje.
—Deberíamos regresar —menciono Minho, estaba preocupado, podía haber peligro.
Seungmin impidió que dejará de abrazarlo, el alfa miro como las manos de Seungmin ahora estaban sobre las suyas.
—Príncipe.
—Minho, solo quiero estar así unos momentos, por favor.
—Esto es incorrecto —menciono Minho—, tiene que regresar, príncipe.
—¿Hasta cuándo será el día en que me perdones por mis actos?
—No estoy molesto con usted, príncipe —Seungmin miro a los ojos al alfa—, pero tampoco es como si quisiera que me lastimes de nuevo.
Seungmin lo entendía perfectamente, pero intentaría que de nuevo, por lo menos Minho esté con él a su lado, y alejar esas ideas que tiene sobre él.
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