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Los días pasaban y así mismo las conversaciones entre los chicos se convirtieron en más continúas y extensas. Hablaban sin cesar, se comportaban como dos adolescentes conociendo por primera vez el amor, tenían mariposas en su estómago. Trataban de no hablar de su relación anterior, creían que ese era un episodio dañino que debían quemar y así, lo olvidaron por completo.

Salían cada vez que podían y hablaban durante horas, sin parar. Casi todas las salidas eran a discotecas, bares o a un pequeño parque de la ciudad. No se besaban, no tenían sexo, solamente se limitaban a conocerse de la mejor manera y apreciar lo hermoso del otro, porque ellos sabían que debían amarse tal cual, incluso con sus defectos y de ellos aprendían cada día.

- Quiero que conozcas mi familia -musitó la chica.

- Vaya...

- ¿No quieres?

- Sí, es solo que no creí que fuera tan pronto.

- Creo que es ahora o nunca.

- ¿Acaso me amenazas? -él puso una mano en su pecho- Mi querida Mia, podría demandarte por eso.

- Sé que muy en el fondo quieres verme en prisión.

- Es mi sueño más anhelado.

- Vete al diablo. -la chica lo observó risueña- Entonces ¿Qué dices?

- Estaría bien.

- De acuerdo, ven el viernes a las 7:30 pm. Te mandó la dirección por mensaje.

- Bien, estaré ansioso.

- Me encantó verte, pero ya debo irme, de lo contrario Stephen me arrancará la cabeza.

- Oh por Dios, otro de mis sueños.

- Sabes Barry, tienes sueños muy extraños, empiezas a preocuparme.

- Siempre lo hago.

- Adiós.

- Adiós, Mia.

El viernes llegó y Mia les advirtió de mil maneras a toda su familia que se comportará lo mejor posible, ellos eran muy amables, pero no faltaban las bromas. Barry llegó muy puntual junto con una canasta de frutas. Mia lo llevó hasta la sala y le presento a cada miembro de su familia.

- Así que tienes, dos hermanos -él habló.

- Sí, en total somos 4, 2 mujeres y 2 hombres.

- Nuestros hermanos están en la armada, sirven para el país -informó Daisy, la hermana menor.

- Ya veo.

- ¿Tú tienes hermanos?

- De hecho, tengo solo uno, su nombre es Eric.

- ¿A qué se dedica?

- Él administra el negocio de la familia.

- Un negocio familiar, eso suena bien -el señor Isaac le sonrió- De qué se trata.

- Vino, fabrican vino, durante mucho tiempo lo han hecho.

- Eso es magnífico. Nosotros también tenemos un negocio familiar, se trata de una pequeña pastelería.

- ¿Enserio? Mia no me había contado.

- Es mi reconocido en la ciudad, son recetas de mi bisabuela, han pasado de generación en generación.

Mistakes- Barry KeoghanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora